X Capitulo 13 X

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El sabor del recién llegado que había caído desde las alturas del dirigible, ahora conocido como el presidente de la asociación de cazadores, era algo conocido para Hinata. Y al mismo tiempo tan distinto.

Era el sabor de un Emperador del mar. Aquel que despegaba su voluntad para doblegar a los uqe se cruzará en su camino.

Hinata tembló.

— ¿pasa algo? —el susurro de Killua la saco de su angustia. No supo responder, sin embargo, eso no evitó que posar a su mirada en el albino a su lado.

—bueno... No esperaba encontrarme a alguien como él aquí —susurro Hinata de vuelta, arrimandose de manera inconsciente más al lado de Killua.

La respuesta de ella lo dejo on una pequeña interrogante con respecto al anciano ¿alguien como él? ¿Que tenía de especial? Más allá de sus increíblemente fuertes piernas, Killua no veía nada que recordar en el viejo. Nada interesante o destacable en su apariencia, y sin embargo, la joven de ojos Luna estaba mucho más aprehensiba con su presencia, más de lo que debería estar en presencia de Hisoka.

Hinata observó tambien a Gon, se veía asombrado por el recién llegado, admirando la gracia en su caída. Puede ser, que solo ella notará lo fuerte que era él presidente de la asociación, a no, esperen, Hisoka también lo noto, a juzgar por la emoción no filtrada en sus facciones de payaso.

Pero, pese a la magnitud de su aplastante presencia, Hinata podía deducir que llegarían a un acuerdo dentro de poco. La examinadora estaba más calmada.

lo siento mucho señor presidente —hablo la de exótico peinado —debido a que algunos aspirantes se burlaron de la importancia de los cazadores Gurmet y la gastronomía, me sentí ofendida y perdí la cabeza. Ahora me doy cuenta de mi poca capacidad para ser examinadora, por favor sr. Presidente, le pido que nombre a otro cazador más capacitado Mench enserio estaba arrepentida de su comportamiento inmaduro, habían otras cosas también pero, eso no podía admitirlo, no aquí.

—vaya, vaya, vaya. Eso sería algo muy problemático de hacer a estas alturas —el anciano rasco la barbilla, poniendo atención en el busto de la joven —busquemos  una solución que nos convenga a todos... Hagamos esto, habrá oportunidad para realizar otra prueba pero, la caminadora también deberá participar ¿que dicen? —aquello parecía una solución simple, demasiado simple para una mujer que no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer.

—oh bueno, si es así, para la próxima prueba tenemos ¡un huevo duro! —anuncio alegre la de peinado extravagante.

Hinata miro como los participantes se animaba ante una prueba más sencilla.

(...)

El silbido que producía el viento al pasar entre los acantilados la estremeció, mucho. El rio que se lograba divisar al final del acantilado era fuerte, agresivo, veloz, y curiosamente similar a los mares tormentoso del nuevo mundo. MaryJoséa.

Hinata sintió su estómago revolverse.

—muy bien todos, escuchen con atención. En este acantilado se encuentra el nido de águila araña —empezó a hablar la mujer —lo que deben hacer es bajar y conseguir un huevo para cocinarlo ¿entendieron? —

Los participantes la miraron con duda, mucha duda en sus ojos. El más altanero de los participantes, el que en un principio había proclamado que sería un cazador de la lista negra, farfullo miedoso.

—¡esta definitivamente loca, mujer! ¿Como esperas que bajemos allí y consigamos uno de esos? —el hombre miro alrededor buscando apoyo de los demás participantes, más ninguno se movió.

Guíame a la LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora