Observar a esa niña había sido fascinante, tan fascinante como observar a una nueva especie de ave descubierta hace poco.
Cazarla, era otra historia totalmente diferente.
Era dolorosamente astuta pese a su evidente juventud, escurridiza y más fuerte de lo que esos pequeños brazos con grasa de bebé dejaban entre ver. Aparecía y desaparecía como el gato de Chisneris y luego volvía a aparecer para seguir jugando y tarareando canciones irreconocibles hasta que el se acercaba lo suficiente como para que el dardo llegase a su cuello.
El primer dardo que había intentado dispararle fallo, fue algo horripilante ver como la niña que parecía en principio solida se deshizo en un charco de agua que él mismo comprobo era auga normal.
Luego de eso la siguió por dos horas enteras en las que ella solo se dedicó a jugar e intentar buscar un nombre para la serpiente de escamas azules enrrollaba alrededor de su cintura.
—mocosa enigmática —susurro aquel cazador, observando a la niña desde una distancia prudente.
Le sorprendió un poco que ella no estuviese buscando activamente a su presa como se suponía que todos debían hacer, habían ratos en los que la niña se sentaba acurrucada en las raíces de algún árbol, con su cabello cubriendo todo su cuerpo como una cascada oscura.
Era esos momentos donde la creí más vulnerable y resultaba ser todo lo contrario.
Era escalofriante.
(...)
A veces Hinata no lograba comprender del todo la línea de pensamiento y acción de la gente de este mundo. Sus maneras la confundían y estresaban (aunque, no lo suficientemente para que la gente a su alrededor se diese cuenta) sabía que quien la estaba siguiendo era un cazador a distancia, la suficiente para cazar animales pero, allí era donde estaba el error del cazador. No está cazando un animal.
Y aun si lo fuere. Aun si fuere un animal, para ellos sería muy difícil darle caza a su rara especie.
No quería pensar más en eso, así que la niña procuro perderse del que la estuviera cazando, lo cual no fue difícil.
Manteniéndose oculta de los ojos novatos, Hinata localizó sin mucho esfuerzo a su presa. Era una mujer de aspecto relajado, con una chaqueta de cuero marrón, pantalón camuflado tipo cargo, botas pesadas y un rifle, llevaba puestas unas gafas color dorado qué brillaban con la luz que se filtraba entre las ramas. Hinata frunció el ceño cuando los destellos se hicieron muy evidentes.
—no creo que sea muy inteligente llevar cosas que brillen ¿no es así, Zoe? —pregunto la menor a la serpiente enrroscada a un lado. En respuesta, Zoe saco su lengua bifida y parpadeo, un ojo primero y después el otro —si tienes razón, será mejor que hagamos esto rápido, quiero jugar un rato en la playa.
(...)
Era un sniper, francotirador, cazador a distancia, como sea que quisieran llamarla, pero lo era. Su fuerte eran las distancias largas bajo la mira de un rifle de calidad.
O eso creía.
—¿a quien estas cazando? —escucho una voz aniñada a sus espaldas. Se dio la vuelta con rapidez, esquivando la serpiente azul que se lanzó por su placa.
—¡¿qué demonios?! —la niña de ojos perlados logró atraparla de un pie, lanzando su cuerpo con una fuerza descomunal en sentido contrario al de su presa. —vaya... Eres más fuerte de lo que pareces.
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Guíame a la Libertad
FanfictionOhh dulce y delicada mariposa , con tus finas y gráciles alas que llevan la luz consigo , Guíame por favor , Guíame a la Libertad