¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.
.
.
Gota. Gota. Gota
Uno. Dos. Tres.
Contaba Itachi en una especie de trance gracias al sonido de las gotas de agua cayendo del techo.
Sus ojos moviéndose con rapidez sobre las escrituras en granito de aquel templo, gravando en su mente cada detalle de aquella ruina gracias a su Doujutsu.
Tenía en mente buscar a la luz de los revolucionarios para que hiciese una traducción de todo aquello que se estaba grabando en su mente. Seguramente Robin tendría más conocimiento de ello.
—Espero que Robin-san pueda ayudar con esto —sus manos siguieron moviéndose con diligencia sobre el papel —de lo contrario no sé que haría para traerla de vuelta —una sensación de pesadez se acento en su estómago al pensar que tal vez nunca los podría ver, y su mente decidió que aquel sería un buen momento para que los recuerdos más desoladores de su vida subiesen a la superficie.
Los flashes de recuerdos los inundaban de a poco cada espacio de su ser, su cuerpo colapso en espasmos involuntarios consecuencia de revivir aquel día amargo en el que decidió dejarla sola.
—como lo siento hinata —dijo entre sollozos —por favor... Perdóname —las lágrimas rodaban sin control por su rostro y la sensación de quemarse con algo comenzó a aflorar en su espalda. Itachi sabía, que aquello era poco en comparación con lo que hinata tuvo que vivir por su culpa...
.
.
.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.
.
.
Casi como si la hubiesen llamado, hinata levanto la mirada de su plato, con su boca y mejillas embarradas en salsa y un hueso aún en su boca, miro a su alrededor y todo estaba en silencio.
