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Gabriel: any te voy a contar una historia.... He estado bailando desde que tenía 15 años, cuando cumplí 20 tuve un accidente automovilístico y tuve un problema de rodilla y tobillo, los médicos me dijeron que nunca podría volver a bailar.

Any: Pero todavía bailas.

Gabriel: Yo bailo.. Pero después de mucha fisioterapia pude volver a bailar, fue un milagro, pero no pude... sufriría demasiado si volviera.

Any: ¿Por qué?

Gabriel: Debido a que perdí a mi prometida en el accidente, ella bailó conmigo.. volvíamos de un campeonato, habíamos ganado el primer lugar, era su último concurso.

Any, lo siento, Gabriel, y lo abrazaste.

Gabriel: Pero luego me acordé de que ella me hizo prometer antes de morir en el hospital que no abandonaría el baile, así que me di cuenta de que es en la danza donde podemos deshacernos de los miedos y hacernos fuertes, a pesar de lo que te pasó a ti, puedes sí bailar... No dejes que el miedo a un delito menor te impida jugar. Y Dul me dijo que eras la mejor bailarina clásica que había visto y que todavía bailaba baile de salón.

Any: Un Dul es exagerado

Gabriel: Pero no te importa.

Any: Bailé sí... la danza era mi primer sueño, el segundo era la moda..

Gabriel: lo que has logrado y lo haces muy bien por cierto.

Any: Gracias!... Bailaba ballet, cuando tenía unos 16 a 17 años actuaba en el ballet municipal, estaba muy nerviosa, todos mis amigos y familiares estaban allí, excepto una persona.

Gabriel: ¿Poncho?

Any: ¿cómo lo adivinaste?

Gabriel: claro. – los dos se rieron y cualquiera continuó

Any: una sola cosa que no sabes es que Poncho y yo odiábamos, luchábamos como perros y gatos, pero aun así me apoyó, y ese día no estaba, me hizo enojar, quiso pegarle... estaban todos mis amigos allí, excepto él y él había prometido que lo haría yo ya estaba nervioso y cuando supe que no iba a conseguir más, me sacó todo de él y todavía tenía una mala sensación.

Gabriel: ¿Pasó algo?

Any: no conoces a Rodrigo, pero ese día, él y Poncho pelearon, nunca supieron la razón, algunos dicen que fue por mí pero creo que no porque Poncho y yo nunca nos llevamos bien, pero pelearon mal, y Poncho tuvo que ir al hospital porque se había roto el brazo en esta pelea , los amigos de Rodrigo se juntaron y le ganaron, pero cuando estaba a punto de subir al escenario no lo sabía y solo podía sentirme enojado con él y esa mala sensación, así que cuando entré sucedió.

Gabriel: ¿qué?

Any: en una presentación sin errores pero en mi gran final me caí, exactamente en el momento en que se cerraron las cortinas, nadie vio, pero me rompí la pierna y no pude bailar ballet nunca más.

Gabriel: ¿Pero no hiciste fisioterapia?

Any: Lo hice, pero tenía miedo de volver a subirme a una propina, luego me dediqué estrictamente a bailar de salón y de nuevo no funcionó.

Gabriel: Vi cómo bailaste ese zouk, ¿cómo dices que no funciona? Te entregó a la música y a los movimientos. ¿Qué ha pasado?

Any: Ahí es donde entra Rodrigo. Estudiamos juntos en la escuela secundaria, él siempre fue un poco obsesivo, pero una chica nunca se daría cuenta, veníamos a tomar clases juntos a la vez, bailábamos sin compromiso, pero luego conseguí la beca para estudiar en París y fui allí, nunca dejaría de que mi memso de baile estuviera ausente. Llegué a París y enté en una academia de baile... Me puse en forma rápido y para mi sorpresa, Rodrigo fue a París, me dijo que iba a dirigir algunas de las discotecas de su familia allí, y un buen día llego al gimnasio y él está allí. Terminamos acercándose y nos convertimos en parejas de baile. Lejos de la familia y los amigos creo que vi en él una manera de matar el anhelo de mis viejos amigos, empezamos a salir ...

amigos 'para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora