San Luis Río Colorado, Son. México.
7:23 p.m.Por San Luis Río Colorado se ven pasar las blindadas.
Lo único que se ven por las calles son rifles, chalecos, escuadras, cuernos, y lanza granadas.
En las frecuencias de radio solo se escuchan claves.
Todos están acelerados buscando a la luz de los ojos del jefe.
A la Princesa Zambada.
El Chapito.
- Que se reporte el 5, que se reporte.
- Aquí el 5 reportándose el la entrada de San Luis bien pilas pa' activarnos y entrar.
- Se están tardando, cabrones!- grite colérico por medio del radio que me mantenía comunicado con mi gente- Busquen a La Princesa hasta por debajo de las piedras si es necesario. Si algo le pasa, me responden con su vida ¿¡Entendiste!?
- Como uste' diga, patrón.
••••••••••••••••••
Noticiero.- Sonora ah sido declarado Zona de Guerra después de que integrantes del Cartel de Sinaloa ayanaran las calles de dicho estado, pues se rumora que uno de los cabecillas del Cartel del Pacifico Sur, tiene en su poder a la menor del clan Zambada, no se tienen detalles exactos
••••••••••••••••••••
La Princesa.
Los párpados me pesaban, las muñecas me dolían, me sentía totalmente desorientada, no sabía dónde me encontraba ni recordaba con exactitud que fue lo que pasó, lo que si sabía es que estaba sentada en una silla con los pies amarrados a las patas delanteras de la silla y las manos por detrás del respaldo. También sabía que estaba en riesgo y me encontraba totalmente vulnerable.
– Un gusto verla de nuevo, honorable princesa – dice una voz áspera a mis espaldas – Un verdadero placer volver a ver a tan blanca palomita – esa voz..
Me quitó la cinta que me tenía tapada la boca de un jalón causando que la zona ardiera.
– Que pasó, Princesa, le comió la lengua el gato?
– En tu puta vida me vuelvas a decir Princesa.
– Caray, La Princesa, salió rejega – dijo en un tono burlesco.
– Que quieres de mi? – pregunté tratando de que no me temblará la vos, sinceramente me estaba muriendo de miedo.
– Acaso no lo puedes imaginar? – hizo una pausa – Le quiero dar en la madre a Zambada, y que mejor que con su favorita. Y mientras, me divierto un ratito contigo.
Se fue acercando cada vez más a mí, su respiración estaba sobre mi rostro, quise voltear a otro lado pero me lo impidió tomándome de la mandíbula obligando a qué volteara hacia dónde estaba el, acto seguido dejo un beso sobre mis labios y yo solo sentí ganas de vomitar. Me desamarro las piernas, me tomo del cabello y me hizo pararme de la silla donde me encontraba. Me llevo hacia una esquina y me acosto en el suelo frío de aquel cuarto, la historia se estaba repitiendo y yo no podía hacer nada más que llorar.
Quise poner resistencia pero solo hizo que me golpeara en la cara haciendo que perdiera por un momento la conciencia.
•••••••••••••••••••••••
El Chapito.
Ya pasaron tres días desde que La Princesa está desaparecida.
Tres malditos días en los cuales nadie en San Luis ah podido pegar un solo ojo, unos por el temor de lo que está pasando en las calles, otros por estar buscando en cada rincón a la dueña de mi corazón.
Don Ismael está que no lo calienta ni el sol.
Vicentillo y Serafín están vueltos locos.
Ovidio y Alfredo estan al pie del renglón ayudándome a voltear todo Sonora para buscar rastros de Mi Princesa
Yo lo único que quiero hacer es matar de la forma más sanguinaria posible a pendejo que en mal momento se le ocurrió meterse con los míos.
– Carnal – escuché la vos de Ovidio a mi lado - Ya sabemos dónde está.
•••••••••••••••••••••••••
– Si muchos huevos ponte con uno de tu tamaño, pendejo! – le grité al hijo de su puta madre que tenía en sus brazos a Mi Princesa, la tenía enfrente de el, en su ropa tenía manchas de sangre que rogué al cielo que no fueran de ella.
Se veía mal, sus ojos veían directo a los míos, su mirada era de súplica y se que la mía reflejaba temor, pero no por lo que me pudieran hacer a mi, sino a ella, ya que ese cabrón tenía sobre la sien de Mi Princesa un arma.
– Ya date por vencido! – grito Vicentillo a mi lado, el cual apuntaba con su cuerno a dónde se encontraba él – Mira a tu al rededor – lo hizo – Ya estás solo, tu gente ya se acabó, la mayoría ya están muertos y los que quedaron ya se te voltearon.
– Deja ir a La Princesa y te prometo que consideraré que tú muerte no sea tan dolorosa – dije.
– Nos vemos en el infierno – él cargo su pistola y un un disparo hizo eco en el lugar donde estábamos...
Continuará.....
![](https://img.wattpad.com/cover/272667460-288-k360865.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Princesa | I.A.G.S
FanfictionDespués de la extradición de Joaquín Guzmán el cartel de Sinaloa se dividió a causa de la disputa del mando. Pero después de 3 años los menores vuelven a hacer trato con los Zambada, sin ser conscientes de todo lo que conllevaría. Un Guzmán Una Zam...