FIRE ALARM - km au.

•26•

El trío, Lia, Jimin y Jungkook iban bajando las escaleras rápidamente intentando encontrar una escapatoria de aquel palacio. Pero antes, necesitaban una excusa que fuera lo suficientemente buena como para salir sin problemas de ahí.

—¿Qué tienes en mente?— preguntó Jimin mientras sostenía con firmeza el brazo de Jeon, cual bombeaba como si su corazón estuviese ahí.
—Tranquilo, Jimin... pensé en algo... esto funcionará— dijo Lia mientras escribía unas cosas en su teléfono.

Los tres caminaron hacia una puerta trasera que daba camino hacia un garaje lleno de autos blindados.

—Lia, mi padre se enterará de esto.
—Mi representante le hablará, le dirá que tu y yo viajamos para conocernos mejor— respondió mientras le hacía señas a su conductor personal.
—Pero Jungkook está con nosotros, ¿Qué crees que pensará?— Jimin sostenía a Jungkook quien sufría de dolor corporal y excesiva sudoración.
—Es tu guardaespaldas, tranquilo. De alguna u otra manera entenderá... ¿Bueno? Ahora sube al auto Jiminie, con mi chofer te llevaremos a un lugar que conozco.
Jimin y Jeon se sentaron en la parte trasera mientras que Lia y su chofer estaban adelante. Ella le daba las instrucciones y el joven asentía haciéndole entender que comprendía dónde estaba aquel lugar. No quisieron usar el gps por si llegaban a espiar o registrar su teléfono.

Inteligente chica.

Mientras tanto, Jungkook presionaba sus ojos al sentir como una especie de fuego corría por sus venas. Él necesitaba calmarse, él necesitaba a Jimin.

—Jungkookie... todo estará bien... déjame calmarte— le dijo el omega tiernamente mientras se aflojaba el cinturón de seguridad para sentarse en sus piernas, —Siente mi olor, Jungkook... sientelo.

Jeon sin más preámbulo clavó su nariz en la glándula de Jimin y se dejó llenar de todo el aroma a durazno que irradiaba de aquel pequeño cuerpo, y eso definitivamente lo calmó.

—¿Mejor?— Jimin le hizo cariño en su mejilla y plantó un cálido beso en su frente, —Dios... Jungkook estás ardiendo en fiebre.
—L-Lo sé... no me siento bien... — El alfa soltó un leve gruñido al sentir que el calor seguía aumentando.
—¿Lia falta mucho?
—Unos veinte minutos, por favor aguanten un poco más— respondió la chica mientras giraba su cuerpo para hablarles, —Estarán a salvo ahí.

Luego de unos minutos, el auto se estaciona en una cabaña muy lejana de aquel castillo. Era una cabaña de rocas y al parecer permanecía a la familia de Lia.

—Se quedarán aquí hasta mañana en la mañana... porque entonces viajarán a otro lugar.
—¿D-Donde?— preguntó sorprendido Jimin.
—Jeju, a la isla de Jeju.
—P-Pero Lia... no tengo el dinero para costearme algo así.

Lia rodó sus ojos y sonrió mientras los encaminaba hasta la puerta principal, —Ya está casi listo. Se hospedarán en una casa que tenemos ahí y está vacía. Tu y Jungkook necesitan tenerse... ustedes se necesitan... háblame cualquier cosa, Jimin, ya tienes mi número.

El omega corrió hacia ella y la abrazó fuertemente—Muchísimas gracias Lia.
La chica lo abrazó de vuelta y asintió, —Es lo que haría una esposa, ¿no?— bromeó alejándose de ellos, —Entren, se hace tarde.

Jimin asintió y cuidadosamente entró junto con Jungkook para así, cerrar la puerta de una buena vez.

—Siempre te cuidaré, hermanito— susurró antes de subirse al auto.

Jimin se encargó de encontrar todos los interruptores para darle un poco de luz a la cabaña de piedras. Se dio media vuelta y pudo ver como Jungkook caía rendido en un sofá grande de cuerina negra. Acudió hacia él y se puso de rodillas en el piso.