La alarma contra incendios retumbaba las paredes del edificio. Los vecinos no entendían que ocurría.
Hasta que de pronto, un pequeño omega se acerca lentamente a ellos.
-Fui yo, lo lamento...
-Bien hecho, cerebrito- dijo el alfa que tanto odiaba.
Luego de dos días y varias rondas de sexo, Jimin y Jungkook se encontraban aterrizando a la isla de Jeju gracias a la ayuda de Lia. Toda la ropa que podrían necesitar durante su estadía en aquella isla estaban en sus maletas. El omega estaba nervioso debido a que se estaba hospedando en una casa que no conocía y en un lugar donde jamás había estado antes. Al menos, tenía a Jungkook, su destinado y la persona que más adoraba.
Su alfa.
—¿Todo bien?— preguntó el pelinegro al detener su caminata. —Oh... s-si, todo bien— dijo un poco incómodo. —Sabes que puedo sentir tus feromonas... conmigo no las puedes ocultar, Jimin.
Jungkook se acercó a él dejando las maletas a un lado y sostuvo sus manos con cuidado.
—Dime que pasa, cariño. —Y-Yo.... bueno... perdón por todo esto... antes solias tener tus celos tranquilamente en la c-comodidad de tu casa... y ahora estás enlazado a alguien que tiene un padre corrupto y te lleva a una isla para que tengas tu celo tranquilo... l-lo lamen-
Jungkook lo besa con suavidad, como si en aquel beso le estuviera diciendo "todo estará bien". Después de ese beso, definitivamente todo iba a estar bien.
—Mimi, estoy bien. Estamos bien. Además, estamos de vacaciones... o sea, tómalo como vacaciones para los dos— sonrió el alfa. —P-Pero... tus exámenes— musitó. —Solo me queda entregar un video en el cual he estado trabajando y la fecha de entrega es en dos meses más. Oye... todo estará bien.
El alfa abrazó con cuidado a su querido omega, quien seguía liberando feromonas
—Tranquilo, cariño... todo estará bien... ¿Qué tal si dejamos las cosas adentro y vamos a caminar hacia la playa? Puedes mojar tus pies, dicen que es terapéutico— Jungkook le regaló una sonrisa tierna, sus ojos se hicieron pequeños y sus mejillas se elevaron.
Él es hermoso.
—Está bien, hagamos eso Jungkookie— sonrió el omega. —Vamos entonces.
El alfa tomó su mano y siguió llevando sus maletas hasta la entrada de la gran casa con vista al mar. Al entrar, dejaron las maletas a un lado de la puerta principal y ambos echaron un vistazo a la gran casa de la familia de Lia.
—Wow... Lia si que es adinerada —soltó Jeon mientras caminaba con sus manos en los bolsillos. —Si que lo es... —Tu también lo eres, Jimin.
¿Eh?
—N-No lo soy... —Eres el hereder... —No lo digas... por favor, no lo digas. No quiero pensar en él ahora... ¿Podemos irnos a la playa?— el omega tenía ojos de cachorro y su labio inferior afuera, casi en modo de puchero.
Jeon asintió mientras se acercaba a él con lentitud y con una mirada dulce, —Lo siento, cariño. Vamos, vamos a despejarnos— el alfa le besó la nariz y sostuvo su cadera mientras caminaban hasta la playa.
No quiero ser heredero, no quiero volver ahí, no quiero tener esa vida... quiero mi vida de antes, quiero retroceder el tiempo... donde todo era más fácil y Jungkook cuidaba de mí mientras yo estaba en mi celo. Quiero volver a la noche donde me hizo el amor por primera vez. Quiero volver a la noche donde me resguardé en él en aquel ascensor. Quiero mi vida de antes...
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