FIRE ALARM - km au.

•24•

Jungkook con mucho cuidado sentó a su omega en la mesa y se posicionó entre sus piernas para así, sostener sus caderas y tenerlo aún más cerca.
Mientras tanto, Jimin rodeaba sus brazos alrededor del cuello de Jeon. No podía quitar sus ojos encima de él. Al fin estaba acompañado en este cruel y frío lugar.

—Jungkookie— repitió Jimin al sostenerlo a unos centímetros de él, —¿C-Cómo llegaste aquí?
—Lia me ayudó. Se contactó con Yoongi  hyung mientras yo estaba desmayado.
—¿Te desmayaste?— preguntó con un tono de preocupación.
—Sí, cariño— respondió el alfa dejando un mechón de pelo detrás de la oreja del omega, —Sentí una punzada en mi pecho y no me llegaba aire... caía al piso.
—M-Me pasó lo mismo, Jungkookie... exactamente lo mismo... ¿No crees que es raro?

Entonces todas las palabras que Yoongi le había dicho en el hospital comenzaron a deambular por su mente.

"Jimin es tu destinado"

Pero, Jimin no lo sabe.

Jungkook lo miró por unos segundos y se guardó lo que quería decir. No era el lugar correcto, ni menos el momento. Pero estaba tranquilo porque el omega que amaba, era el indicado.

—¿Qué pasa? ¿Todo bien?— preguntó mirando las pupilas de Jeon.

El alfa no respondió y lo abrazó nuevamente. El silencio quiso otorgar. Estaban juntos, pero escondidos. Nada les importaba, siempre cuando se tenían.

—Todo excelente ahora que te tengo, Jimin. No te soltaré, lo prometo— respondió acariciando su cabeza.
—Perdón por no despedirme de tí... creeme que quise salir de aquí.
—Está bien, cariño... no tenías la culpa, ¿Bueno?— le sonrió el alfa para después acercarse a sus labios y besarlos de una buena vez.

El beso comenzó lento, pero con el paso de los minutos, ambos comenzaron a aumentar el ritmo. Era como si estuvieran demostrando cuánto se extrañaban en besos.
Sus lenguas se unieron rítmicamente, sus labios se rozaban y sus lobos estaban finalmente unidos.

—Te ves hermoso con este color— dijo Jimin alejándose de él, —Me gusta.
—¿Te gusta? Y a mi me gusta tu nuevo corte de cabello— sonrió el alfa.
—No me gusta mucho, no me representa... aquí pretendo ser alguien duro, pero me aterra todo Jungkookie, quiero salir y correr y llorar para estar en tus brazos. No quiero ocultar lo que verdaderamente soy.
—Eres fuerte, Jimin, eres muy fuerte... sigue así, ¿Bueno? Aguanta un poco más para que nos larguemos de esta mierda— El alfa se acercó nuevamente y le besó la frente.

El omega cerró sus ojos y se dejó llevar.

De verdad se dejó llevar.

—Ven a mi habitación esta noche.
—¿Q-Qué?
—Ven a mi habitación, Jungkookie... duerme conmigo esta noche— rogó.
—P-Pero las cámaras.
—Nos ingeniaremos— respondió en un tono calmado, —Además no tengo cámaras en mi habitación, ya lo comprobé... por favor, alfa. Duerme conmigo.

—Jimin yo...

De pronto, unos golpes se sintieron en la puerta. El pánico entró en ambos y se fue aumentando al darse cuenta que seguían abrazados. El omega bajó rápidamente de la mesa y se alejó del alfa para arreglar su propia ropa, mientras que Jeon respiraba hondo.

Tenía miedo.

La puerta se abre y Lia entra lentamente. Un doble suspiro se escucha en la habitación y ambos se miraron con un rostro de alivio.

—¿Qué pasó? Es como si hubieran visto un fantasma, deberían ver sus rostros— se burló la chica.
—Dios, Lia. Me asustaste, ¿Qué esperabas? Pensé que era el ministro.
—Él está arriba, esperando que Jungkook suba, perdón... Lee Seung.
—¿Ya tengo que ir?— preguntó el alfa.
—Tenemos, yo los vine a buscar porque supuestamente necesitaba tu ayuda— la chica mira a ambos y abre la puerta para que salieran de aquella habitación lo más pronto posible para no crear sospechas.
—Está bien... vámon-
—Con que aquí estabas.