La alarma contra incendios retumbaba las paredes del edificio. Los vecinos no entendían que ocurría.
Hasta que de pronto, un pequeño omega se acerca lentamente a ellos.
-Fui yo, lo lamento...
-Bien hecho, cerebrito- dijo el alfa que tanto odiaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🔞 Con el mínimo toque que Jeon le regalaba a Jimin, él soltaba un pequeño gemido. Aquellos gemidos llenaron por completo la habitación. Eran dulces, eran suaves y agudos.
Lentamente con una mano iba bajando hasta su entrepierna para desabrochar sus pantalones y de una buena vez tocar donde más lo pedía el omega. Cuando Jeon besaba su cuello, podía sentir el olor a durazno intensificando todo el ambiente. Era fuerte.
Mierda.
—E-Estoy muy húmedo alfa... A-Ayúdame...— El omega de Jimin estaba tomando todo el control de la situación. — Yo te limpiaré cariño, no te preocupes, ¿si? Tu alfa se encargará de tí.
Jeon bajó por completo sus pantalones y sonrió al ver la mancha de humedad que se notaba en sus calzoncillos.
Delicioso.
El alfa subió las dos piernas del menor y sonrió al ver que el fluido se escurría a través de sus piernas. El aroma de verdad lo estaba volviendo loco. Bajo su cabeza mientras sostenía sus piernas y comenzó a lamer desde el interior de sus muslos, causando que el omega arqueé su espalda levemente.
— A-Alfa... Mhmm... — No quiero volverme adicto a tu olor, pequeño... pero, Dios... es inevitable— dijo al rozar su nariz para seguir lamiendo y a la vez limpiando todo el flujo. — Tócame... t-te lo ruego— dijo con ojos llorosos.
Jeon sonríe y baja las piernas del omega. Se relame los labios al ver que el menor tenía su miembro semi erecto. Lentamente llevaba su mano hacia el lugar soñado, hasta que de pronto, el timbre suena y Jimin sale del trance que su omega le había provocado.
— ¡Jiminie! ¿Estás ahí? — Oh no... No, no, no...— El omega se levantó del sofá rápidamente subiendo sus pantalones hasta arriba. Bufó al darse cuenta que tenía una gran mancha de humedad y corrió hasta su habitación.
— ¿J-Jimin?— titubeó nervioso. — Jungkook tienes que irte... p-por favor...— dijo desde su habitación. — Pero, lo que acaba de ocurrir Jimin.. yo... — Por favor, hablamos después.
Jeon entendió y suspiró sintiendo cómo su miembro estaba levemente despierto.
Mierda.
Se colocó sus zapatos y abrió la puerta, pero todo su cuerpo se tensó al ver que un chico alto y voluptuoso lo miraba seriamente.
— ¿Y tú quién eres?— preguntó el alfa mayor. — S-Soy el amigo de Jimin, ya me iba...— Dijo Jeon corriendo por al lado de la pareja hasta llegar a su piso. — ¿Sientes el aroma?— Seokjin entró al lugar y abrió las ventanas para que disminuyera el aroma a durazno. — Esto no me gusta para nada... ¡JIMIN! ¡Ven aquí!— exclamó usando su voz de alfa su hermano. Él soltó un leve gruñido y tomó asiento molesto.
