Tiempo después...
BUSAN
Tal y como ellos lo querían. Una casa en el campo, con perritos corriendo por doquier y una gran vista al verde prado que estaba al frente de sus ojos.
Todo era perfecto.No había maldad entre ellos.
—Jungk... ¡Jungkook! ¡Ten cuidado!— gritaba Jimin mientras bajaba de las escaleras. Al parecer, su destinado estaba lanzado al aire a su bebe de tan solo unos meses.
—¡Pero si no me dice nada!
—¡Es un bebé! ¿Qué va a decir? Dios... Cariño... — rió Jimin tomando en brazos a Jun, quien no paraba de reirse.
—¿Ves? Le gustó— guiñó Jeon y sostuvo por detrás a su omega.
El alfa bajó su nariz hasta su glándula y descansó ahí por unos segundos.
—Mhmm... hueles tan bien.. amo tu aroma mi amor...
—Siempre te ha gustado, cariño— sonrió Jimin.
Jun estaba jugando con un pequeño juguete que sus abuelas le habían hecho a mano. Ambas eran grandes amigas, y las dos compartían el mismo amor hacia su hijo y nieto.
En tanto a Lia, ella comenzó a tomar las riendas de su vida... pero nunca estuvo sola... Hoseok estuvo en cada paso que ella dió.
Yoongi y Taehyung jamás estuvieron tan fuertes en su relación, y era de envidiar... a pesar de sus diferencias, ellos podían complementarse a la perfección.
Namjoon acompaña a su pareja Jin semanalmente para que el omega pueda conceder cachorros, ya que este no podía. Jamás se rindieron.
El señor Lee tomó el cargo de presidente sustituto hasta que las elecciones lleguen.Su plan salió a la perfección.
Han sigue encerrado, ¿y su padre? le dieron cadena perpetua.
En tanto al químico que casi quema un edificio, él está caminando para ver el atardecer junto al alfa que tanto odiaba y el pequeño fruto de su amor.
—Amo cuando el cielo hace esto... esto raro— dijo el omega mirando el cielo con Jun en sus brazos.
Pero Jungkook no estaba a su lado... sino... atrás de él apoyado en una sola rodilla.
—Jimin...
El omega se giró y su rostro cambió por completo.
Oh... Jungkook...
—Jamás pensé que del odio al amor había un solo paso... siempre escuché ese cliché del amor al odio, pero este no fue nuestro caso... y me alegro de eso. Jimin... tú fuiste quien cambió mi vida por mejor, y cuando digo que le diste color a lo que pensé ya era colorido... hablo en serio. Siempre viví de la rutina, y eso me cansaba. Entonces te veía de vez en cuando, y de la nada todo comenzó a tener mucho más sentido.
No sé en qué momento me enamoré perdidamente de tí... pero lo hice... y ahora... míranos... hemos superado muchas adversidades, y las seguiré superando las veces que pueda, porque quiero estar a tu lado una y mil veces más... Por esa razón... — Jeon sacó una cajita dentro del bolsillo de su chaqueta y sonrió —Por esa razón... quiero casarme contigo... Park Jimin... ¿Te casarías conmigo para vivir felices por siempre?El omega no pudo contener sus lágrimas y sollozó en los brazos de su pequeño hijo; sin embargo, él tenía una sola respuesta en mente.
—S-Sí... — respondió acercándose a su alfa —Sí quiero casarme contigo... Dios... obvio que quiero.
Jungkook sonrió en grande y tomó en brazos a los dos amores de su vida para girarlos en círculos mientras que el sol se iba escondiendo.
¿Esto era felicidad?
Creo que sí.
Ellos jamás se sintieron de esa manera.
Quizás pasaron por miles de cosas, pero jamás se rindieron. Porque así es la vida, la vida te puede pisotear cien veces... pero siempre hay que ponerse de pie mil veces más.
Jimin era feliz junto a Jungkook, y Jungkook era feliz junto con Jimin... bueno, y su pequeño gimbap.En todo este tiempo, Jungkook se preguntaba una sola cosa... pero ahora... él ya tenía una respuesta.
Quizás Jimin pudo sonar la alarma de incendios del edificio aquel día donde todo comenzó... pero, también encendió la alarma de incendios de su corazón. Algo que nadie había hecho antes.
¿Y esa alarma...? Aquella alarma sigue encendida hasta el día de hoy...Hoy... y para el resto de sus vidas.
Fin.
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FIRE ALARM - km au.
FanfictionLa alarma contra incendios retumbaba las paredes del edificio. Los vecinos no entendían que ocurría. Hasta que de pronto, un pequeño omega se acerca lentamente a ellos. -Fui yo, lo lamento... -Bien hecho, cerebrito- dijo el alfa que tanto odiaba.