Capítulo 25

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Fuga fugaz

Me desperté a eso de las 4:30 de la mañana porque no aguantaba las ganas de hacer pipí, veo que Emilio durmió igual de enojado que yo en la esquina opuesta y dándome la espalda

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Me desperté a eso de las 4:30 de la mañana porque no aguantaba las ganas de hacer pipí, veo que Emilio durmió igual de enojado que yo en la esquina opuesta y dándome la espalda.

—LA SANTÍSIMA VERGAAA.- grite cuando me cayo el agua fría de la ducha. Decidí meterme a bañar porque sino me iba a quedar dormida otra vez.

-Estás bien?.- gritó Emilio sin entrar

-Te vale verga wey.- le dije cortante y poniendo música en mi celular

Salí de la ducha y Emilio estaba ahí en la cama esperando a que saliera para bañarse el.

-Mi amor perdóname.- me dijo agarrandome por la espalda de la cintura y pegándome a él .- Es que el pensar como te expones a peligros tan innecesarios me preocupa.- me dijo dándome besos en la cabeza

-nel, por ti no comí pendejo.- le dije rehusándome

-te prometo que te doy todo lo que quieras de comer apenas me bañe.- me dijo dándome un beso en la mejilla

-okay, pero hasta que yo no coma sigo enojada contigo.- le respondí y el solo se comenzó a reír.- No, ni te rías cabrón con eso no se juega

-

Salimos al restaurante para desayunar, dejamos nuestras "maletas" ya listas para irnos y para nuestra sorpresa los hombres estaban en el mismo lugar de ayer.

Nos sentamos en una mesa y Emilio me dijo que fuera a servirme comida del buffet que tenían de desayunar. Con mucho gusto le hice caso a este idiota que me hace morir de hambre.

-Señorita, venimos de parte del patrón, que apenas esté lista salimos.- me dijo en un susurro un hombre que llegó a servirse el desayuno después de mi

-Quién es tu jefe?.- le pregunté de igual manera

—El señor Iván.- me dijo.- Otra cosita, ya tenemos identificados a los hombres que los andan siguiendo, pero no se preocupen, de acá en adelante nos encargamos nosotros y no los vuelven a molestar.- me dijo

-Nos vamos apenas terminemos de desayunar.- le dije analizando lo que me estaba diciendo, o sea que si nos estaban siguiendo

Me fui a la mesa de vuelta y le expliqué a Emilio.

-Esta bien.- me respondió.- Monkey, para que sepas apenas lleguemos a Mazatlán mi papá ya nos tiene unos escoltas, por favor dile a tus amigos que muchas gracias pero que luego ya se queden con sus hombres.- me dijo

-Qué necio eres Emilio neta.- le dije.- No me importa, solo prométeme que les vas a decir.- me dijo .-Si, si lo haré, ve a servirte tu comida.- le dije ya aburrida del tema

Me dio un beso en la frente y fue a servirse

Terminamos de comer y era increíble como esos hombres no nos quitaron la mirada de encima en todo el tiempo que estuvimos comiendo.

Entre la espada, la pared y los Chapitos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora