La vida es tan imprescindible, que nunca sabremos, ni estaremos preparados para las cosas que puedan ocurrir, sin embargo, es muy corta para vivirla tan tranquila y si hay algo a tener en cuenta es que las reglas se hicieron para romperse.
-No se ac...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Al millón?
Estaba dispuesta a aclarar mis dudas y mientras Alex buscaba algo en mi nevera. Le di un abrazo por la espalda enredando mis piernas en él y quedar colgada en su espalda. Siempre hacia eso y el luego me cargaba en su espalda a caballito.
—Oye Alex...quiero hablar contigo.- sentí como mis palabras hicieron que se tensara.— Te quiero mucho, sabes?- le dije en un tono de niña mimada antes de safarme de él y sentarme sobre la isla de mi cocina
—Yo también.- me dijo sin verme a la cara y fingiendo seguir buscando algo en mi nevera
—Pero mírame idiota.- le dije un poco molesta.- Quiero saber ¿Por qué estás evitándome y también que me expliques por qué te molesto el hecho de que Emilio esté acá?.- le dije directa y sin más rodeos
Note como cerro la nevera y me miro por unos segundos antes de responder.
—No te estoy evitando bebecita.- dijo acercándose a mi y haciéndome cosquillas con su cara en mi cuello
Siempre mis amigos me trataban así, por eso todas sus novias me odiaban. Sabía que el pendejo me estaba mintiendo y yo no quería irme de viaje peleando con él así que seguí insistiéndole.
—Ven vamos a mi habitación a hablar mejor.- le dije sería porque vi como todos los pendejos nos veían a través de la puerta de vidrio de la sala donde estaban tomando
—Amonos mi reina que eso no se pregunta .- me dijo bromeando en un tono coqueto
Nos fuimos a mi habitación, cerré con seguro para que no llegaran a joder mis amigos. En ese momento agradecí que tenía paredes y puertas acústicas (antirruido)
Encendí mi PS4 y le di un control a Alex para que mientras jugáramos aprovecháramos a hablar seriamente.
—Ahora si, estamos solo no se escucha nada, nadie nos ve...Dime que chingados te pasa y no me mientas Alejandro Montañés! .-le dije sería dándole casi una orden
—Pero qué quieres que te diga? .- me respondió viéndome a los ojos y pausando la partida de fifa que recién comenzábamos
— Pues lo que realmente te pasa cabrón.
— Mónica... .—dijo suspirando fuertemente.—Realmente ni yo sé qué me pasa, pregúntale a todo estos weyes literalmente no sé qué sucede conmigo perdón si sentiste que era algo personal
—Hey sabes que puedes confiar en mí. Y siempre va a tener una amiga y alguien para escucharte conmigo.-le dije mientras le daba un abrazo y un beso en su mejilla
— Gracias Moni.- me dijo regresándome el abrazo.— sabes que, te lo voy a decir ahorita porque necesito sacarme esto y tu más que nadie sabe que siempre te cuento todo.
—Ah pero el pendejo no tenía nada.- le dije enojada y soltándome de su agarre
— Honestamente el día que venimos de Acapulco, en el camino hacia allá , venía hablando con los cabrones de ti.— me dijo nervioso.- Pues más allá de nuestra amistad, aunque no estaba cien por ciento seguro. Cuando te vimos con los buchones esos lo confirmé y pues obviamente venía un poco frustrado y pues hoy que me encuentro que te traes a Militro reafirme mis celos.- me dijo viéndome preocupado — No se si siento algo por ti loquita, pero probablemente sea algo pasajero. No lo sé- me dijo sin más rodeos
—Ay cabrón- le respondí entre risas— No sabes yo pensaba que estabas molesto conmigo maldito. Si solo era eso no me hubiera preocupado, te conozco lo suficiente como para asumir que esto se te pasará en unos días.—le dije dándole un beso en la mejilla
—Oye y tu que sabes de mis sentimientos- me respondió tratando de parecer serio— terminemos la partida de fifa y salgamos.
Le hice caso terminamos la partida, nos tomamos unas tecate que tenia en mi nevera del cuarto.
Salimos de mi habitación y en eso me encuentro con Emilio. No puedo negar que el hijo de su chingada madre está buenísimo, chingao.
—Oye Mona donde queda el baño?-me dijo el castaño sacándome de mis pensamientos
—Pues acá hay cuatro baños, uno ahí en la sala donde estabas pendejo, otro aquí al lado del cuarto de Andrea, uno en la terraza y el de mi cuarto. Bueno y el de Andreita pero ese es de ella...
—Era solo una excusa mientras Alex se iba.- me dijo el castaño en el oído, causándome escalofríos
—Y como por qué querías que mi bebé se fuera eh?.- le respondí curiosa
—Pues wey tengo años sin verte mínimo un rato a solas, no?.- me dijo serio
—Ay cabron. Que intenso me saliste eh, si claro Emidick vamos al balcón si quieres.- invite al castaño
—Guíame reina que me pierdo.- me dijo burlándose —Tienes fuego ex?.- me preguntó sacando una pipa
Ya ni me asombre de saber que el también fumaba weed, era tan normal conocer a alguien que la consumiera y más entre mis amigos, que me impactaba más saber que no la consumían
Me reí y le respondí— Bajo este techo no te faltará absolutamente nada..- le dije un tanto presumida y sacando de mi pantalón un encendedor
Emilio no tuvo que decir nada, simplemente me guiñó un ojo y me agarró de la mano para irnos al balcón.
Subimos a mi balcón que más bien podría ser una azotea, era bastante amplia y tenía de todo. Siempre he sido de las personas que ahorran para comprar lo que quiere. Por ende tenía de todo un poco, un jacuzzi, sillones e incluso le puse grama sintética.
—Joder Mónica pero clase spot tienes en tu propia casa.- me dijo entre risas
No puedo negar de que si tenía muchos lujos, pero a como dije anteriormente me gusta ahorrar y comprarme mis propias cosas, tampoco puedo negar que mis padres me dan una pequeña ayuda, no puedo quejarme de que en algún momento a mi o a mis hermanos nos haya faltado algo.
—Cuando quieras estas invitado wey.- le dije sentándome para apreciar la vista que la cdmx me ofrecía
Mientras Emilio fumaba y me contaba todo lo que había pasado de su vida desde que se fue de [tu país] yo pensaba en lo rápido que iba el tiempo, que necesitaba ver a mi familia más seguido. Porque a pesar de que ellos vinieran a visitarme yo nunca iba a verlos a ellos.
—Oye Emi, que harás en un mes?.- le pregunté a mi viejo amigo bien grifo
—Pues no lo sé princesa, no es como que hago planes de aquí a un mes.- me respondió entre risas y con los ojos medió cerrados.- Sin embargo si tú me reservas no dudo en hacerlo.- me dijo coqueto
—Pues es que quiero ir a visitar a mi familia a [tu país] y quería saber si me acompañabas...- le dije esperando una respuesta afirmativa
—Pero claro que si Mona!!.- me respondió el castaño ansioso.- Tengo años sin ir, quise volver pero siempre se me presentaba un contratiempo
No espere menos de Emilio, siempre fue mi cómplice y me seguía donde iba. Creo que eso fue lo que me llevo a tenerlo de disque "novio" cuando estaba más morrita. No hablamos más y simplemente disfrutábamos de la vista.