POV IVÁN
Ya hace unas semanas desde que Ovidio se había ido de Culiacán y todo por ir a Oaxaca por Mónica. Desde nuestra llegada solo estuvimos como 3 días más y la plebe solo dos, nosotros regresamos a Sinaloa y por el momento la morrita sabíamos que se encontraba en Cancún.
Me puse a pensar que Alfredo ya logró convivir con ella el mismo día que la conocimos, aunque él nos dijo que la había marcado. No lo creo.
Ovidio tuvo sus dos o tres días de fiesta con ella, tanto que durmieron juntos e incluso le dio una resaca asesina a la pobrecilla.Si había algo que yo respetaba y no me metía con Ovidio era al momento de tomar, ese prójimo no tiene fondo ni conoce los límites del pisteo. Ahora respetaba más a Mónica por haberle aguantado toda la noche, aunque por lo que el menor nos contaba es igualita o peor de desmadrosa.
Me encontraba en la Sierra pensando en qué nos esperaba a los tres, como hermanos, peleando por una morra que bien podría ser nuestra hija, o al menos de Alfredo y mía.
—Todo bien compa?.- me preguntó Serafín sacándome de mis pensamientos
—Todo bien viejon.- le respondí casi de inmediato
Era claro que el tema me tenía un poco distraído, y obviamente mi compadre se iba a dar cuenta.
—A poco anda agüitado por la misma plebita que sus hermanos?.- me preguntó casi que apuntó de reírse
Solo asentí con mi cabeza aguantando la ganas de reírme. Era una locura pero a como dicen por ahí "reír para no llorar".
—Verga, tiene que ser una preciosidad casi tirando a Diosa.- me dijo entre risas
—Pues más o menos compa...- le dije cabizbajo
Luego de una buena plática con el Serafín. Me fui a dormir estaba harta de que Ovidio hablara con la morra que no solo me andaba mandilón a mi sino a mis dos hermanos, y para tocarme más las pelotas, le gustaba presumírmelo.
(...)
—Iván!.- escuché un grito atrás de mí mientras me fumaba mi cigarro
—Que pasó compadre?.- le respondí al reconocer la voz
—Ve a bañarte que salimos en 30.-me dijo agarrando el cigarro de mi manos y botándolo en el cenicero.
—Estas loco o qué chingados? Tengo mucho que hacer por acá.- le dije dándole la espalda a mi amigo
—No te estoy preguntando cabrón, ve.- me dijo serio.- Ultima vez que te lo repito, entiende que es una emergencia, si no vas, créeme que te vas a arrepentir.- dijo antes de irse y dejarme ahí
ESTÁS LEYENDO
Entre la espada, la pared y los Chapitos.
RomanceLa vida es tan imprescindible, que nunca sabremos, ni estaremos preparados para las cosas que puedan ocurrir, sin embargo, es muy corta para vivirla tan tranquila y si hay algo a tener en cuenta es que las reglas se hicieron para romperse. -No se ac...