ᴀᴘᴏᴄᴀʟʏᴘsᴇ | ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

015: ¿ǫᴜᴇ́ ᴛʀᴀᴇʀᴀ́ ʟᴀ ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ?

—¿Por qué sonaba esa música? —pregunta Ryujin mientras le pone la pijama—

Se detiene, frunce el ceño, considera la pregunta y responde:

—Porque un músico estaba tocando el órgano

—¿Qué es un órgano? —pregunta desinteresada—

—Un instrumento musical —dijo—

—¿Como una guitarra? —mira sus manos—

—Eso es —sonrió—

—¿Por qué dejó de tocar el órgano? —dice—

—No lo sé... —se encoje de hombros—

La niña le mira, mira el techo y luego sus pies

—¿Por qué no lo sabes? —le mira—

Le termina de poner la pijama y responde.

—Porque no me lo dijo —rió—

—¿Por qué no te lo dijo?

—Porque no se lo pregunté —rió, le da un beso en la frente—. ¿Cómo te trata Yeji?

—¡Muy bien! —sonríe—

—¡¿Lista para dormir?! —la alza en sus brazos—

—¿Tú no me vas a dejar solita? —dice despacio y con la cabeza agachada—

—¡No, bebé, no te voy a dejar sola! —la abrazó—

—Omma me dejó solita

Busca palabras en su mente pero todas están ahogadas bajo la marea de sus pensamientos.

—¿Woozi? —pregunta elevando sus ojos—

—¿Woozi? —Su hermano Jungkook, eres un babo. Piensa—

—Mi hermanito —dice apunto de llorar—

—Esta con mamá —susurró—

—¿Podemos visitarlos? —sus ojitos brillan—

—Algún día, Ryu, algún día —sonrío—

—¡Algún día! —grita feliz—

La niña apoya la cabeza en la almohada y, con una sonrisa en los labios, cierra los ojos.

—¿Cómo estás? —Tae se asoma a su habitación—

—Vivo —rió—

Su amigo ríe, permanece un segundo en silencio y luego pregunta:

—¿Crees que la música esa nos traerá problemas, qué habrá más infectados en la zona? —dice—

—Si —dijo—

—Tendremos que estar preparados

—En esta mierda de mundo siempre tienes que estar preparado —responde Jung incrédulo—

—True. Y ¿qué tal ha estado Goon Yoo? —le pregunta jocosamente— ¿mejor compañero de aventuras que yo?

—No, ¡Tú eres el mejor, Kim! —sonrío—

—¿Así que con ironías eh?

Tae le ofrece gentilmente su dedo corazón y le ofrece una reverencia.

—Bueno, ahora si que me voy a dormir

Le da la mano y se encuentra con sus ojos. Su mano no le suelta. Sienta su respiración en su rostro y le da un beso cerca de los labios

—Buenas noches

Las manos se separan y algo de calidez permanece en su piel. Cierra la puerta y se encuentra una vez más con sus pensamientos. Camina hasta el cuadro y lo contempla en busca de respuestas. Rambo se sienta a sus pies y huele su pantalón.