ᴀᴘᴏᴄᴀʟʏᴘsᴇ | ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

003: Aʟɢᴏ ᴀɴᴅᴀ ᴍᴀʟ

Sube las escaleras de dos en dos con tal de dejar las instalaciones del metro lo antes posible. El aire matutino refresca sus sentidos y camina las dos calles que separan la estación de su oficina rápidamente

—Buenos días —el saludo de su jefe apenas es audible—

—Buenos días, Jefe ¿Cómo estás? —pregunta y cuelga su chaqueta en el perchero— Pareces cansado

—Lo estoy —responde mientras hojea unos papeles en su escritorio— Taeyong debía venir hoy en la mañana para abrir la oficina pero, como vez, no está aquí

—¿Enfermo? —preguntó confundido—

—Supongo. El cliente de Human Management tenía una cita con el hoy a las 8:00, pero me llamó a las 8:30 diciéndome que no había nadie en la oficina. Le llamé enseguida pero no me respondió ni en el móvil ni en el fijo —su jefe hace una breve pausa mientras le mira a los ojos— ¿tú no sabes nada?

—Pues siendo las 9 y ... 5 minutos, aún no me he podido comunicar con el

El resto del día transcurre de manera rutinaria. Unos minutos antes de cerrar el Jefe se acerca a su escritorio, sus ojos buscan los suyos.

—Ango anda mal. Taeyong es despistado pero nunca se ha ausentado del trabajo. Voy a ir a su casa —dice mientras coge su abrigo y las llaves tintinean dentro de él— hazme el favor de llamarlo antes de cerrar la oficina... a ver si tú tienes suerte.

—Vale, si me comunico con él te aviso. Seguramente es una tontería

Su jefe se gira, y antes de abandonar la oficina, le otorga una mirada que parece vaticinar todo lo contrario.

La mirada de su jefe permanece en su mente, como la llama de una vela que ha dejado de observar. A solas y un poco más nervioso, coge el móvil y toco el nombre de <<Taeyong>> con la yema de su dedo. Da tono, esa <<U>> se alarga manteniéndole en espera. La vocal es cortada de pronto por un silencio y su móvil comienza a contar la duración de la llamada

Parece distinguir algo moviéndose al otro lado de la línea... rozando el micrófono. Tragó saliva y aguda el oído. El sonido cambia otra vez. Oye algo acuoso, un subir y bajar constante... un sisear, crujir, gorgoritear y gruñir. Y tode se transforma de golpe en un rugido. Pasos. Gritos. Más rugidos.

☯︎☯︎

El camino hacia el metro parece alargarse bajo sus pies. Un soplo de aire frío se cuela entonces por entre su ropa y muere tan rápido como ha nacido. Decide aligerar el paso.

Ya en el andén, el tren desacelera frente a él hasta que emite un chirrido y se detiene. Sube al tercer coche. Estaba reviviendo la llamada a Taeyong, cuando su móvil comienza a vibrar.

JIMIN-SHI

—Hola cariño, ¿cómo ha estado tu día?

Bien, y ¿el tuyo?—

—Siempre tan elocuente. Por aquí está todo un poco caótico, nos han encargado un proyect... semana que vie... difícil.

—¿Hola? ¿Jimin? —dice para luego mirar la pantalla del móvil y comprobar que no tiene señal—

Guarda el móvil y alza la cabeza justo a tiempo para ver a una figura desaparecer en el siguiente coche. Su silueta se ha esfumado detrás de la puerta que divide a ambos vagones.