Capítulo 11

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Max a pesar de sus deseos se comprometió consigo mismo de no tocar a Gun hasta que este entrara de nuevo en celo, Gun por su parte lucia mas relajado y tranquilo sabiendo que el idiota de Max no lo tocaría sin permiso, sin embargo, su omega estaba herido por los olores regados en las ropas de su alfa, Max aplacaba sus deseos con otros omegas, Gun pensaba que su omega era un estúpido por llorarle a quien tanto daño le hace a su parte humana, odiaba que fuera tan débil. 

Lo único en que estaba de acuerdo con su omega era en lo ofendido y herido que se sentía por el rechazo de Max a su cachorro. Muy a su pesar, Bas era hijo de ambos, era el colmo que a la fuerza hubiera abusado de él, hubiese plantado su semilla de la forma mas horrible buscando el resultado de plantar un bebé en su vientre y que al final por una cosa tan insignificante como una casta lo dejase de lado como si nada. Bas necesitaba que su padre lo aceptase, al paso que iban podía enfermar por el olor agresivo de sus feromonas.

Pero nada hacía cambiar la opinión de Max sobre que su primogénito debía ser un fuerte alfa y no un débil omega, un tonto concepto de las generaciones antiguas, Gun podía criar y convertir a su cachorro en un fuerte muchacho, tanto que parecería que es un alfa y no un omega.

Y así lo haría, cuando ambos huyesen lejos de Max, criaría a Bas lo mejor que pudiera, así cuando este fuera un adulto y quisiera conocer al malnacido de su padre (cosa que no le negaría, su pequeño tenia derecho, pero solo cuando este fuese lo suficientemente maduro para entender la situación del porque estaban lejos de él y esperaba que para ese entonces Max se hubiese rendido con él y cortara el lazo cuando encontrara una nueva victima), le demostraría que no era necesario ser un alfa y le haría revolcarse en el lodo cuando viera lo fuerte que puede llegar a ser un omega, se encargaría de que el alfa se tragara sus palabras.

La huida estaba programada unos dos meses antes de que Bas cumpliera un año, había calculado que para ese entonces ya tendría el dinero suficiente para mantenerse por un corto lapso hasta que encontrara un trabajo, Godji tenía una pequeña casa a 5 horas de donde se encontraban, se hospedaría allí hasta que pudiese moverse a otro lugar mas lejano. 

A partir de ese día su vida sería ajetreada, tendría que mudarse constantemente para que Max no pudiese seguirle el rastro, sentía tanta pena por su bebé, darle ese tipo de vida cuando él tenia derecho de vivir en la casa decente que Max les proporcionaba, rodeado de lujos y comodidades, no viviendo de cuarto en cuarto y donde probablemente la comida escaseara algunos días, todo por su egoísmo y orgullo, lo orillaba a una vida de escases, pero todo ese remordimiento se le pasaba cuando recordaba que si se quedaban ahí, al final Max terminaría enfermando a su pequeño con sus asquerosas feromonas, lo restringiría a vivir una vida de omega sumiso, lo mandaría lejos de sus manos, donde no lo podría proteger y al final lo terminaría vendiendo al mejor postor, una familia rica con un alfa asquerosamente rico y pedante que lo obligaría a parir cachorros alfas. 

Gun no quería eso para Bas, él quería que fuera fuerte, estudiara, conociera el mundo, decidiera su propio destino y si él deseaba conociera una pareja que lo tratase bien, no dejaría que se doblegara jamás ante un alfa, no dejaría que repitiera el mismo destino.

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Sin pensarlo, paso el tiempo rápidamente, su bebé estaba por cumplir los ocho meses, era un cachorro regordete, con las mejillas rosadas y bonito cabello ondulado,  a pesar de sus temores de que Max debilitara al cachorro por sus feromonas, no fue tan grave, afecto un poco su salud ya que Bas era un poco enfermizo, pero como le había explicado su pediatra, no era algo que pudiese afectar de manera grave su vida, conforme fuera creciendo su cuerpo se acostumbraría a las feromonas de Max, Bas era un bebé fuerte. 

Robo || OFFGUN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora