—Es una lástima lo del profesor de DCAO. Pero este es mejor que el anterior —comentó Alice, al tiempo que se enrollaba la bufanda de Gryffindor alrededor del cuello.
—Porque sabe explotar todo nuestro potencial —replicó Priscilla, pensando en todos los hechizos que habían aprendido durante la última semana—. Creo que eres la mejor de la clase. Los aurores serán afortunados de tenerte.
Alice se sonrojó— Todos sois demasiado buenos como para elegir al menor. En todo caso deberíamos decir que Peter es el peor.
— ¡Oye! Con esfuerzo cualquiera puede mejorar su potencial —Priscilla dijo aquello más como un compromiso, al no sentirse cómoda despreciando a Peter, que porque en serio creyese que el chico tuviese alguna esperanza de mejorar.
Las chicas bajaron por la ladera junto al castillo en dirección al campo de Quidditch. El otoño comenzaba ya a secar las hojas de los árboles y arrastraba las más viejas con la brisa, la cual también alborotó los largos cabellos de Priscilla que no pensó en sujetar.
— ¿Quieres ir más tarde a sentarnos junto al Sauce Boxeador? Loreline afirma haber conseguido la manera de detenerlo por más diez minutos.
—Será quedándose junto al nudo para presionarlo una y otra vez —refutó Priscilla, pensando en la descuidada chica de Hufflepuff—. Tienes gusto por el peligro.
—Es necesario —Alice se encogió de hombros—. Igual tú. Te brillaban los ojos cuando hablaste sobre vuelo en escoba con Roger.
Fue el turno de Priscilla de sonrojarse.
—Bueno, le cogí el gusto durante el campamento. Aunque me costó sostener el equilibrio.
—Ya. Ludwig te ayudó un montón —recordó Alice— ¿No has hablado más con él?
Priscilla tragó saliva, a la vez que su mente desfiló una serie de imágenes y recuerdos de forma fugaz. El beso con Ludwig, por supuesto... Y cómo no se lo había contado a nadie, y por algún motivo tampoco tenía intenciones de hacerlo. Era como si algo se retorciera en su estómago cada vez que pensaba en ello.
Había sido increíble en aquel entonces... Pero ahora parecía haber cometido un error.
—A veces nos enviamos cartas. No muy seguido, ya que ambos tenemos cosas que hacer —dijo Priscilla, tan seria como pudo. Alice continuó sin notar nada fuera de lugar.
—Ya. Mándale recuerdos de mi parte. Sobre el vuelo, supongo que podrías decirle a él que te lleve al campo alguna vez, cuando esté desocupado —las chicas entraron al campo, donde el equipo de Gryffindor terminaba de entrenar—. Si te gusta, no deberías perder la práctica.
Priscilla dejó de escudriñar la multitud para fijarse en Alice.
— ¿A quién? ¿Roger?
— ¿Qué? Me refería a Sirius —dijo Alice como algo obvio, y Priscilla volvió a fijarse en los jugadores con las túnicas llenas de tierra—. Es miembro del equipo y parece dispuesto a hacer cualquier cosa por ti.
—Pues claro. Es mi mejor amigo. Haríamos todo por el otro —aclaró Priscilla, sin reparar en como Alice alzó las cejas, sorprendida, ante su comentario—. Qué raro, no lo encuentro.
—Pues creí que teníais alguna especie de conexión mágica o un radar especial... —se burló Alice por lo bajito. Dios, contando a Lily y Mary, tenía amigas demasiado ingenuas como para notar la verdad tras sus sentimientos.
— ¡Hola, chicas!
Elizabeth Moore, la cazadora de séptimo año de Gryffindor, se acercó a ellas con una sonrisa en sus labios recién pintados de un ligero tono rojizo que la profesora McGonagall consentía. Estaba en el mismo año que Frank, quién había reemplazado a Wood como portero, y venía de una antigua familia un poco más estricta de que la de Marlene. Algo así como la de Sirius, más bien. Su hermana menor estaba en Slytherin y su madre era parte del Consejo Escolar.
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Friends [SIRIUS BLACK]
Fanfic❝mis amigos no me amarán como tú❞ Priscilla y Sirius parecen haber encontrado lo que durante tiempo anhelaron: alguien en quien confiar y estar en casa. Una amistad, dirían ellos. Pero poco a poco sus corazones empiezan a querer más y sus almas se v...