One Shots (SamBucky, Winterbaron)

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Winterbaron

Se estaba arrepintiendo de haber venido, pero ya no podía hacer nada así que no dio más que seguir.

—Oh, mira. ¡El nerd está en una fiesta! Debe haberse equivocado de dirección. La biblioteca está por allí, Neuling —grita Bucky por encima del sonido de la música, estallando en carcajadas junto con sus amigos.

Zemo rodo los ojos al escuchar esa voz.

—Impresionante, Barnes, que originalidad. No me extraña que abonadoras la clase de alemán en el instituto —dijo sonriendo para sí mismo cuando la risa de James se apago y sus ojos se volvieron firmes. Cuando Zemo dejo el vaso y se dio la vuelta para salir de la cocina, oyó a Michael decir; —Maldita sea, Bucky. Helmut acaba de vencerte.

Zemo desearía que siempre fuera así. Bueno, la mayor parte del tiempo es así, pero eso no significa que el constante acoso de James no le afecte. Trata de no ignorarlo, pero a veces se filtra más allá de sus defensas. Por desgracia, los dos llevan tres años juntos. Dos años en el mismo instituto y ahora un año en la misma universidad. Y parece que dondequiera que vaya, James siempre está allí. Y no ayuda que sea ridículamente atractivo, más cuando está enfadado. Algo que Helmut no admitirá nunca.

—¡Hey Zemo! ¿Qué te parece la fiesta? ¿Ya has conocido a alguien? —pregunta Sharon, moviendo las cejas.

—No, Sharon. No lo he hecho. —Sharon es la única razón por la que está en la fiesta en primer lugar. Ella fue quien lo convenció de venir con la excusa de que debía pausar con sus estudios un momento para poder relajarse.

Pero ahora pensándolo bien prefiere estar de vuelta en su dormitorio solo con un libro y para acompañar, un vaso de whisky. Así que sí, puede que sea un nerd, pero al menos no es un deportista tonto cuyo único propósito en la vida es beber, jugar al fútbol y tirarse a todas las chicas que se les pongan adelante. Como James. Ah, y molestar al “nerd”.

—¿Qué es lo que preocupa, eh? —pregunta Sharon, dando un trago a su cerveza mientras mira a unos cuantos chicos que pasan corriendo.

—Nada, sólo necesito un poco de espacio. Ya te encontraré más tarde. —Sharon se río al decir de eso.

—¡Buena suerte con eso!

Zemo decide subir las escaleras, sorteando a las chicas borrachas y a los chicos que gritan o se besan mientras sube.

La primera puerta que intenta está cerrada. Zemo cree que puede adivinar lo que está pasando ahí dentro. Al abrir la segunda, encuentra a otra pareja de borrachos que se están tocando. Se habría asustado si no fuera porque parece que sólo han llegado a quitarse las camisas. Cierra la puerta y descubre que, afortunadamente, la tercera está abierta y vacía. Es una habitación bastante grande, con una cama de matrimonio en el centro y un cuarto de baño en suite. Hay vasos de cerveza aquí y allá, pero aparte de eso está bastante limpia.

Suspira, se sienta en la cama y se deja caer sobre ella. Toda esta noche ha sido un error. Para empezar, no debería haber venido. Podría haber estado en su propia cama viendo Netflix toda la noche, pero aquí está.

El ruido de la puerta al abrirse hace que el sokoviano vuelva a sentarse para ver quién es y suelta un grito al ver de quien se trataba.

—¿Qué haces aquí, Barnes? —escupe, apoyándose en las manos mientras ve a James cerrar la puerta tras de sí.

—¿Qué haces tú aquí? ¿La fiesta es demasiado para ti? —replica el mencionado cruzando los brazos sobre el pecho.

—¿En serio, James? —dice, poniéndose de pie y dando unos pasos hacia él, en su espacio personal. —¿De verdad eres un ser humano tan torpe y aburrido que ni siquiera puedes encontrar algo divertido que hacer en una fiesta que no sea acecharme y lanzarme pobres insultos?