One Shots (SamBucky, Winterbaron)

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Thunderiron

NADIE NECESITA SABER

Thor esperó a que los demás Vengadores abandonaran la sala. Tony no se había quedado, pero eso no era necesariamente nuevo. Después de todo, sabía dónde encontrarlo. Solemnemente y tan silencioso como pudo, Thor se dirigió al taller de Tony. Sin mucho alboroto se le concedió la entrada, escuchando la inconfundible voz de la señorita Potts.

—¡Tony, no puedes seguir haciendo esto! Realmente deberías considerar retirarte...—

—Nuh. No puedo, Peps. Me necesitan —.

Se oyó un suspiro audible, seguido de silencio. Sólo el ocasional tintineo del metal que era trabajado en otra cosa lo perturbaba. El Príncipe de Asgard decidió interrumpir cualquier conversación que hubiera sido.

Dejando que sus pies tocaran el suelo con más fuerza de la estrictamente necesaria, Thor se acercó al ingeniero, hasta que pudo ver la pantalla con el rostro compuesto de la señorita Potts en ella.

—Parece que tienes una visita. Hola, Thor. Esta discusión no ha terminado, Tony. Llámame mañana —. Dijo antes de terminar la llamada.

—Hola, pastelito de carne. ¿Qué te trae a mi humilde morada? —. Tony sonrió mientras se giraba.

—Tú y Lady Pepper están en desacuerdo —. Nuevamente fue omitido por Thor. Inclinó la cabeza un poco hacia el lado izquierdo, escudriñando al hombre más pequeño. El leve estremecimiento y el nervioso golpeteo en los vaqueros manchados de aceite fueron signos suficientes para confirmarlo.

—Qué puedo decir, grandote, ella quiere que deje el equipo, cosa que no puedo —.

—Nunca te obligaría a irte, Anthony —. Thor expresó sus palabras llenas de convicción con un sonido bajo parecido a un gruñido. Solo detuvo su lento paseo, cuando se paró justo frente al hombre sentado. La sola frase hizo que Tony se estremeciera, la cercanía lo excitaba. Podía sentir la calidez que irradiaba el otro, oler el ligero aroma ozónico que rodeaba a Thor. Tony tragó con fuerza. Llevaban tiempo jugando a este peligroso juego.

—Lo sé, Thor —. Raspó. —Tú... ugh... no deberíamos estar tan cerca... Quiero decir, ¿Qué diría el buen Capitán? —.

—Nadie tiene que saberlo, Tony. Ni el Capitán, ni Jane... ni Lady Pepper. Sólo di que quieres esto. Quieres que esto continúe... Nos quieres a nosotros. A mí —.

Se inclinó hacia adelante, apoyando su brazo en el asiento de Tony, acercando sus rostros. Thor sintió la respiración entrecortada de Tony, pudo ver cómo se dilataban sus pupilas. Por supuesto, Thor conocía el romance de Tony con Rogers, al igual que Pepper. A veces el otro rubio se unía a Tony y Pepper en la cama. A veces era sólo Tony y cualquiera de los otros. Pero ninguno de ellos sabía de él y Tony.

Habían bailado el uno alrededor del otro durante mucho tiempo. También se habían acostado unas cuantas veces el uno con el otro. Cada vez que Tony le decía que era la última vez, ambos sabían que mentía.

—Yo... yo no —. Tony se quedó sin palabras antes de terminar otra dulce mentira.

Otra negación, sólo para ser traicionado por el cuerpo tembloroso de Tony y los gemidos llenos de lujuria más tarde.

La mañana siguiente encontró a Tony diciéndole a Thor de nuevo: —Esa... fue la última vez, ¿de acuerdo? Sí... La última vez... —.

Dio la misma respuesta de siempre: —Nadie tiene que saberlo. Pero claro, Anthony —. Sólo para llevar al ingeniero de nuevo a la cama, haciéndole el amor de nuevo.

Porque Thor sabía algo que Anthony no estaba dispuesto a admitir. Thor sabía que Tony podría tener una relación con Pepper. Que Tony podría tener un romance algo abierto con Steve.

Tony puede compartir su cuerpo con ambos.

Pero el corazón de Tony era sólo de Thor.

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