Love Foolish // MinSung

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—¿Le dislocaste la mandíbula? ¿En serio?

MinHo asintió, cerrando los ojos al sentir los dedos de JiSung internarse en sus hebras castañas, acariciando con suavidad. Inconscientemente movió un poco su cabeza, su nariz se topó con la muñeca de su omega y no pudo evitar respirar profundo, amando por completo el íntimo momento que están teniendo.

—Es lo mínimo que podía hacer y a pesar de que mi mano duele como el demonio no es nada en comparación con el dolor que sentí cuando te desmayaste en cuanto me viste.

JiSung hizo una mueca, luchando contra los recuerdos de aflicción que lo invadieron, si estuvo secuestrado alrededor de ocho horas, para él fueron días. Hace treinta minutos que despertó y MinHo ha estado contándole todo lo que sucedió desde que se percataron de su desaparición hasta que fueron a buscarlo a la casa de los Kang. Naturalmente, YoonJeong fue detenido por la policía ya que tenía denuncias por fraude, ahora falta que Sung dé su testimonio para que también sea procesado por secuestro.

—¿Cuando haremos la denuncia?

—La denuncia la hicimos ayer después de que nos llamaste, solo falta tu testimonio, pero no te preocupes de eso ahora, lo resolveremos una vez que te den el alta—MinHo abrió los ojos, mirando la expresión acongojada de Sung—. Todo estará bien, mi amor, ya lo verás.

El omega asintió con rapidez, sintiéndose muy protegido gracias a la presencia de su alfa. Lee se levantó de la silla y dejó un beso en su frente, sabiendo que Han sigue un poco nervioso por la situación del día anterior. Una de las manos del castaño se posó sobre el vientre del rubio y este sonrió levemente antes de imitar el actuar de su pareja, viendo un curioso brillo de emoción en los ojos del más alto.

—Me habría gustado que te enteraras de otra manera—confiesa con un suspiro—. Supongo que los chicos te contaron cómo fue que nos tocó el domingo siete.

El castaño asintió.

—Nunca más usaremos pastillas de emergencia, sin importar de cuál farmacéutica sean. Admito que me habría encantado saberlo en otras circunstancias, sin el temor de que algo podría pasarte, pero de todos modos me siento muy feliz por la noticia—MinHo sonrió—, aunque también estoy aterrado.

JiSung rió.

—Sí, yo también estoy asustado. Vamos a tener un cachorro, MinHo—decirlo en voz alta daba aún más miedo.

—Bien, ahora estoy más aterrado que antes, pero prometo que haré hasta lo imposible para ser el mejor alfa para ti y el mejor padre para nuestro cachorro—esta vez dejó un largo beso en los labios de Sung que logró hacerlos sentir como adolescentes nuevamente. Las manos del alfa se posaron en las mejillas del omega y este enterró sus dedos en las hebras castañas de su pareja mientras que suave contacto de sus labios continuaba, transmitiendo todos los sentimientos que tenían hacia el otro, pero que todavía no eran lo suficientemente valientes para admitir.

Todo estaría bien.

~*~

Dos meses.

Ese era el tiempo que JiSung tenía de embarazo: dos meses.

Después de que al rubio le dieron el alta junto con un par de indicaciones médicas que seguiría al pie de la letra, ambos fueron derivados al área de ginecología del hospital donde un doctor lo revisó con mayor profundidad y los comenzó a guiar en el largo y complicado proceso de la paternidad responsable.

Ambos estuvieron emocionados e inquietos durante el control, respondieron con nerviosismo las preguntas correspondientes que el doctor les hizo y al final el especialista anunció que le haría una ecografía a Sung, ahí sí que casi murieron en la consulta médica. Escuchar los latidos del corazón de su pequeño cachorro en formación fue algo asombroso que hizo llorar a JiSung e incluso a MinHo, quién utilizó la pobre excusa de "me entró algo al ojo", pero todos sabían que era mentira.