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La tensión en el departamento era terrible y al mismo tiempo agobiante, JiSung estaba sentado en el sofá, con la mirada perdida en sus manos mientras que MinHo no dejaba de dar vueltas a su alrededor, tratando de procesar lo que había escuchado hace una hora atrás.

—No lo soporto más—suelta MinHo, deteniendo su caminar. Rodeó el sofá para sentarse a un lado de JiSung, quién seguía perdido en sus pensando—. ¿Te gustaría decirme qué querías decir con que HeeBin era una de tus bullys?

En el momento exacto en que el omega con aroma a fresas dijo eso en el estacionamiento, el alfa supo que no era ni el momento ni el lugar adecuado para hablar algo tan delicado como aquello, así que solo condujo hasta su departamento, teniendo muchas dudas en su cabeza y esperando que JiSung las aclarara todas porque no quería más secretos.

Cuando salió de la sala de reuniones, Maya fue tras él solo para molestarlo un poco y para decirle que se notaba lo enamorado que estaba de Sung, también le dijo que se percibía muy bien que Han lo miraba de la misma manera y que habían sentimientos puros entre ambos, así que esperaba que ellos sean muy felices porque ella fue testigo de lo mucho que Lee sufrió en Japón al estar lejos del rubio.

JiSung suspiró, dignándose a mirarlo después de muchos minutos de un sepulcral silencio. Entendía la curiosidad e interés de MinHo y siempre supo que esa conversación sucedería tarde o temprano porque el alfa merecía saberlo.

—¿Sabes lo que se siente comer con culpa?

Lee parpadeó, sin saber bien el sentido al que iba dirigido la conversación—. ¿Perdón?

—¿Sabes lo que se siente comer frente a otros, con el miedo de lo que ellos puedan decirte? ¿Lo que ellos puedan decir de ti al resto?—le dio una mirada cargada de dolor, conmocionándose un poco por los amargos recuerdos—. Yo nací en Corea y a los cinco años fui a Estados Unidos por los negocios de mis padres, tuve unos años tranquilos en ese país y siempre ansié tener un hermano, mamá quedó embarazada y lo perdió a los dos meses, después de eso mis padres creyeron que lo mejor sería volver a Corea para pasar el dolor. En aquel entonces yo tenía nueve años y nunca fui bueno para hacer amigos, todo el tiempo estaba solo, no sacaba buenas calificaciones y era conocido por mi sobre peso, tenía diez kilos más que el resto de mis compañeros, la verdad es que nunca le tomé importancia a ese asunto a pesar de que escuchaba comentarios de mi físico procedentes de mis compañeros, familia y de todo aquel que creyó que tendría el derecho para hablar de mí.

MinHo no podía apartar sus ojos de la carita de JiSung, notando como esta se entristecía con cada palabra que pronunciaba, contándole su vida como nunca antes lo había hecho con él.

—Cuando regresé, mis padres creyeron que sería una buena idea que conservara mi nombre en inglés el cual era Peter Han, esto logró que obtuviera muchas burlas de parte de mis compañeros, pero nunca dije nada, quise ser valiente y me quedé callado. Pasaba mis días solo en la escuela, llegaba a mi casa, DaeMin noona estaba conmigo y yo veía a mis padres entrada la noche, lo único que recibía era un "buenas noches" y esa era mi rutina constante, pero la comida siempre fue mi escapatoria. A pesar de que sabía que era gordo, nunca le tomé importancia, escuchaba comentarios que solo ignoraba, hasta el día que cumplí trece años. En aquel momento yo era alguien muy soñador, amante de las películas románticas y soñaba con tener una historia de amor bonita, algo que el resto envidiara, aunque tenía trece años creí que eso me pasaría en el momento en que me empezó a gustar Kang YongMin.

Los ojitos del omega se cristalizaron y algo se rompió en el pecho del alfa, su lobo le pidió que lo detuviera porque no quería ver a Sung llorar. Iba a hablar para decirle que no era necesario que siguiera, no obstante, el rubio continuó.

Love Foolish // MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora