Capítulo 11: ¿TESSA O HARDIN?

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Capítulo 11: ¿Tessa o Hardin?

Cuando rompimos la conexión, fue que me di cuenta de que, en algún punto, Max se había retirado hasta la barra al costado, donde seguía mirándonos con asombro mal disimulado, mientras hablaba con la chica que estaba detrás de la barra, atendiendo los pedidos.

— Creo que hemos asustado al pobre Max — Señale divertida.

— ¿Pobre Max? Lo que hemos hecho es darle un montón de material para posibles chismes.

— ¿Y esto lo sabes porque...?

— Porque solía trabajar aquí — Sonrió — ¡Oye Max! Ahora sí queremos la carta. — Gritó en su dirección.

Al instante, Max se vino hasta nuestra mesa.

Me fijé en los estantes de las librerías mientras reparaba en el sentimiento de pérdida que me sobrecogió al romper la conexión visual con Jake. Fue extraño.

Noté que mi respiración era un tanto errática también, no como para parecer que estaba sin aliento, pero tampoco estaba del todo estable, no como acostumbraba.

Confundida por eso, me enfoqué en el coqueto Max quién nos miraba con sus cejas hasta arriba de su frente, con una sonrisa entre divertida e interrogante.

No dejaba de ver a Jake con asombro, aunque no sabía por qué.

— Sólo por si se lo preguntaban, había un montón de chispas saliendo de ustedes — Dejó la carta enfrente de mí con un guiño— ¡Aunque sí pueden ser amigos! Totalmente pueden hacerlo. La tensión sexual tampoco fue para tanto. — Agregó con rapidez ante la mirada de reprensión que le dio Jake.

— No es que lo hayamos preguntado, y no es que necesites la aclaratoria, pero sólo somos amigos. Y eso desde hace cinco minutos. — Para mí paz mental, así tenía que ser.

Echándole una mirada superficial al menú, decidí ignorarlos, mientras Max seguía metiéndose con Jake, aunque con menos ahínco.

Los precios no eran tan elevados como en un principio pensé, pero igual no podía permitirme este gasto innecesario, si iba a salirme de mi presupuesto, podía ser por un sitio como este, pero eso sería después de recibir mi paga del bar.

— Los mejores amigos debo agregar — Le respondió Jake a algo que le había dicho Max, y que no escuché por estar metida en mis pensamientos — ¿Algo que te provoque Wendy?

Solo tú, pero no estás en el menú.

Yo no acabo de pensar eso ¡¿Qué rayos?!

— Estoy bien así — Cerré la carta, y se la devolví a Max con una sonrisa.

— Venga, tienes que probar el café espumoso de este lugar. Es el mejor que he probado en mi vida — Insistió.

— Lo certificó — Asintió Max, sin ayudar a mi caso.

— Suena bien, pero no tengo hambre. Comí algo antes de salir. Pensé que estaría vagando por la ciudad, pero alguien arruinó mis planes. — Miré mal a Jake, quién sonrió con inocencia, haciéndome bufar. — Con sólo su café espumoso estaremos bien Max— Continué, manteniendo mi sonrisa por cortesía.

Max se me quedo viendo fijamente, un segundo más del apropiado. Lo que me puso algo incómoda, haciendo que temblara mi sonrisa.

— Calma las hormonas Max. — Increpó Jake — Tomaremos dos cafés espumosos grandes, dos trozos de pastel triple chocolate, y una botella de agua, por favor. – Jake pidió, todavía con una mirada de reproche para el pobre Max.

La línea que nos une (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora