Capítulo 17: DISCULPAS Y NUEVOS COMIENZOS.

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Capítulo 17: Disculpas y Nuevos Comienzos.

Regresé a la mesa sin mucho escándalo.

Clara y Sam se encontraban bailando, todavía en el mismo lugar que los vi la última vez.Ya saben, antes de lanzar a Jake a los brazos de Selena.

Me senté en uno de los taburetes vacíos y me puse a revisar las notificaciones de Facebook en mi teléfono. De alguna manera tenía que pasar el rato.

A los segundos, Selena y Jake se me unieron en la mesa. Podía sentir la quemante mirada de Selena en mí, pero ni que me pagaran levantaba la mía.

— ¿Liana? —Selena se quebró, haciéndome sonreír.

De inmediato me mordí los labios para detener la sonrisa. Ya debía estar molesta, no quería añadirle leña al fuego.

— ¿Sí? — Contesté sin levantar la mirada.

Ay Liana, ¿Cuándo aprenderás?

— ¿Otra vez estamos con lo de ser un grano en el culo?

— Nunca he dicho que dejara de serlo...

— ¡Liana! ¡Tienes a unos chicos agradables aquí, que por milagros de la vida, parecen tener el mismo tipo de locura divertida que tu tanto dices no tener, pero de la cual desbordas y estás decidida a fastidiarlo! — Tomó una respiración profunda y continuó — ¿Por qué?

Mantuve mi mirada en blanco cuando busqué la suya.

— No sé de qué estás hablando Selena.

— Sí, sabes perfectamente de qué estoy hablando.

— No, no lo sé.

Ella volvió a tomar una respiración profunda.

— Lia, es como si los hubiesen escogido pensando en ti y en tu personalidad, pero tú estás empeñada en no verlo. ¿Se puede saber por qué? ¿Por favor?

— Estos agradables chicos son mis compañeros de residencia, tú los conoces desde hace qué, ¿Cinco, seis horas? Te llevo una semana de ventaja hermanita, y tengo el suficiente material para decir que de agradables no les he visto nada. A menos que hables de su apariencia física, claro, pero eso sería en mi humilde opinión. — Me encogí de hombros.

— Opinión fatalista de la que no me fío, porque a mí me han parecido en extremo agradables.

— No tengo ni tiempo ni energía para repetir esta conversación. Ya he aclarado las cosas con ellos, no sé cuál es tu problema Selena, todo está bien. ¿Cierto Jake? Puedes decirle a mi hermana que acordamos conocernos para ver si pegamos como amigos, o de verdad no los soporto.

Él se me quedó mirando.

— Vaya. — Fue lo que respondió, sonriendo con tristeza.

Me encogí de hombros otra vez, abriendo la aplicación de libros digitales que tenía en mi teléfono.

¿A ver qué leo...?

— ¿Quieres dejar tu teléfono? Estamos hablando Liana.

— Está bien Selena, creo que tu hermana ha dejado bastante claro que no le agradamos, y que no se tomará la molestia de conocernos. Mucho de eso es nuestra culpa, así que no la tomes con ella. — Jake habló en tono que hasta ahora no le había escuchado. Uno muy serio — Tendremos que compartir residencia, lo mejor para todos es llevar la fiesta en paz. Y creo que eso significa dejar de intentar llegar a la verdadera Liana. Si ella es feliz así como está, es su decisión.

La línea que nos une (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora