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En la Agencia Armada de detectives existen muchos misterios, pero hay uno en especial que resulta algo divertido de tratar adivinar. Atsushi observa a su compañero Ranpo sentado como siempre sin hacer nada relacionado al trabajo, está ahí, con las piernas recargadas en el escritorio, tiene los audífonos puestos y está viendo algo en la laptop que pertenece a la Agencia. Desde hace un tiempo que Ranpo nunca se pierde cierta serie de ciencia ficción que lleva en emisión un par de meses. Si no es esa serie son ciertas películas. Todas son diferentes géneros, sin embargo, tienen algo en común: aparece la actriz Airi Reynolds. Hace un tiempo que entre los miembros de la Agencia se hizo el rumor de que Ranpo es fan de ella y cierta tarde todos se llevaron una gran sorpresa.

— Espera un momento... —murmura Tanizaki.

— Ella es... —balbuceó Atsushi.

Incluso Kunikida estaba en shock, la protagonista de su serie favorita está ahí, en las oficinas de la Agencia. Yosano está expectante y Kenji junto con Kyoka no se enteran de porque todos están así. Ella fue recibida por el presidente.

— A pasado tiempo, señor Fukuzawa —musita sonriendo— Me alegra verlo.

— Sí, lo mismo digo —contesta con su característica seriedad— Siéntete como en casa.

— Gracias —musita haciendo una leve reverencia.

Cuando el presidente poso su mirada a las oficinas todos volvieron su vista a su trabajo, tratando de disimular la intriga. La joven camino mirando todo con curiosidad hasta llegar al escritorio del fondo. Ranpo ni se percató de su presencia frente a él hasta que ella cerro la laptop sin decir nada. Él, molesto, alzo la mirada, pero al instante su expresión cambio a una más suave.

— ¿Así trabajas? —cuestiona ella divertida posicionándose a su lado. Ranpo se quitó los audífonos.

— No es mi culpa que no haya casos para mí —se excusa con egocentrismo mirándola desde su asiento. 

La jalo del brazo con la intención de que se agachara y se acercara a él para darle un beso. Todos tenían sus ojos en ellos y nadie daba crédito a la escena. El apasionado de Kunikida perdió la seriedad y compostura.

— ¡¿Airi Reynolds es tu novia?! —grito al ponerse de pie y apoyar sus manos sonoramente en el escritorio. La joven se sobresaltó y Ranpo le observo poco expresivo.

— Ah, cierto. Ustedes no lo saben —habla como si nada pasando su mano por la cintura de Airi y acercándola más a él— Somos novios desde hace casi cuatro años.

— Un gusto conocerlos —dice haciendo una pequeña reverencia— Gracias por cuidar de Ranpo —musita con una amable sonrisa.

— Dejen de mirarla con cara de idiotas —pide Ranpo con el ceño ligeramente fruncido. Parece un niño que no quiere compartir su dulce favorito.

No se pudo evitar y se tomaron algunas fotos con ella. Estaban pasando el rato todos juntos sin preocupaciones o pendientes importantes. Todo estaba bien. Todo iba bien.

Realmente extraña aquellos días.




(*Cometí un error al momento de editar en el capítulo 09, los ojos de la reclusa no son negro y gris, son rojo y gris)



Rojo como la sangre derramada de los inocentes, gris como las cenizas de sus cuerpos vacíos. Puedes sentir que aquellos ojos con heterocromía te acuchillan el cuerpo y acarician con inhumanidad tu alma. Te sientes observado por dos personas, una doble amenaza, un arma de doble filo.

— De verdad que eres una molestia —hablaron dos voces femeninas de manera sincronizada.

— Opino lo mismo de ustedes —contesta con cierta arrogancia, sin miedo aparente a lo que tiene delante.

Conversando con las sombras 『 Ranpo Edogawa 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora