Al momento de enfrentarse los cazadores de demonio a Muzan Kibutsuji, logran herirlo lo suficiente para que en unos minutos perdiera la habilidad de controlar a las Lunas Crecientes, liberándose de cu control. Cosa que Douma no desaprovecha esta opo...
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Shinobu Una tenue luz me lastima al abrir mis ojos , siento mi cuerpo pesado y cansado.
-¿Qué lugar es este? - comentó en un susurró rascandome los ojos. De repente varias imágenes aparecen en mi mente, la pérdida del patrón, los cazadores peleando contra los demonios, y finalmente unos ojos arcoiris observandome mientras soy devorada.
Observó mi alrededor, se supone que debía morir, ¿qué ocurrió?, ¿dónde están todos?, ¿qué paso con Muzan?, ¿en dónde me encuentro?, me siento tan frustrada que aprieto mis puños.
Intento levantarme pero siento mareos, reviso mi estado, estoy envuelta en un aori blanco, mis heridas estan vedadas, aparte de que huelo a medicina.. el último recuerdo que tengo es haber visto a Kanao corriendo hacia mí, pero se que le dije que no lo hiciera, el veneno era la clave para matar a ese bastado.
Solo hay dos opciones, alguien logró derrotar al demonio y sacarme de hay antes de que me digeriera, o el mismo demonio me ha liberado, tan solo de pensar en esa posibilidad, hace que mi cuerpo irradie furía, los mareos y el cansancio que siento es producto de la anemía.
No se que halla pasado pero sin duda me largare de este lugar, mis instintos gritan peligro y por alguna razón todo es muy silencio, el aire es denso, no hay ventanas a la vista y hay cierta humedad en las paredes, debo estar bajo tierra cerca del mar.
Salgo de la habitación aun un poco aturdida, controlo mi respiracion para disminuir el dolor, hay enormes pasillos conectados a diferentes habitaciones, los pasillos se ven limpios con un ligero aroma de incienso, no hay rastros de personas pero sin duda no está deshabitada, un cuarto es una sala de té, otra habitación es un cuarto lleno de ropa de mujer, reviso todas las prendas buscando manchas de sangre pero todas están limpias y con olor a rosas, observo que todas las prendas son de la misma talla sin importar el diseño o color... Como para una sola mujer...
-Tch - Salgo corriendo buscando la salida, solo hay más y más habitaciones, ¡esto no tienen fin!; siento mareos asi que me detengo y trato de controlar mi respiración, no debo de desesperarme, con un suspiro analizó mi situación. He recorrido todo el lugar y sólo falta revisar un pasillo que está en contraesquina, hay debe de haber una salida... una vez recuperada camino al gran pasillo.
Mi sorpresa son unas escaleras hacia el techo, siento un enorme alivio, de la cocina tome dos cuchillos, el primero es pequeño y lo escondo en mí aori, el segundo es grande y lo llevo en la mano.
Las escaleras me guían a una puerta de metal reforzado, si tuviera una espada la partiría, maldigo mi mala suerte y comienzo a gritar esperando que alguien me ayude. Pero nada... nadie me responde...
Paso un tiempo sentada esperando a que alguien abriera la puerta pero nadie vino, mi estómago gruñe, recuerdo haber visto comida, estaba en buenas condiciones y sin ningún químico encima.
Aparte hay muchas cosas metálicas y decoraciones de aluminio, incluso un horno gigante en la cocina, puedo crear una espada, no será tan fina como las espadas solares pero me servirá para cortar esta puerta, tendré que ser paciente y recuperar mis energías.