Solo Mía

¡Corre!

Esta por amanecer, debo aprovechar esta oportunidad y alejarme lo más que pueda de Douma, hemos corrido varios kilómetros pero estoy segura que no tardará en alcanzarnos.

Miro a Michiru y desde hace rato vengo jalando la, su resistencia es muy baja, miro a mi alrededor, observó un río y en la costa hay una balsa.

-Vamos no te rindas, prometo que volverás con tu familia - asienta con la cabeza.

Reviso el estado de la balsa para después colocar las provisiones que trajimos.

-Señorita Shinobu, ¿a donde vamos? -

-A mi finca, hay tengo los materiales necesarios para pelear, protegerte y mandarte de regreso con tus padres, pero antes necesito orientarme - miro a mi alrededor pero es imposible no conozco el lugar.

He remado ya un rato y nos hemos alejado más por la corriente del río, observó que Michiru aun me ve con miedo, me siento tan mal con ella nunca quise hacerle daño pero si no lo hacía ese desgraciado la mataría.

-Se... Señorita Shinobu ¿esta segura de esto? -

-Si - agachó la cabeza -Pronto amanecerá, en cuanto salga el sol podrás descansar un poco, te despertare cuando nos vallamos del bote - la interrumpo, mientras ella asiente con la cabeza.

De pronto a lo lejos puedo ver como una cortina de humo muy grande aparece, es como si se hubiera iniciado un incendio.

Un escalofrío recorre mi cuerpo al ubicar de donde proviene el fuego.

-¿Señorita Shinobu, hay no se encontraba la ciudad? -

-No puedo creerlo, ¿¡Douma que has hecho!? - ¡mierda!, no creí que iba a atacar a la ciudad entera mientras ya falta poco para el amanecer.

-Michiru comienza a remar - le digo mientras pongo más fuerza en mis manos. Esto me da muy mala espina.

¡Maldito! ¿Cómo puede hacer esto?, A este paso nos alcanzará solo falta dos hora para el amanecer, no me rendiré.

-🎭 ¡Ha, es una lastima que esas personas mueran por tu culpa! 🎭 -

-¡CALLATE! - Grito, a lo que Michiru solo se agacha tapándose la boca.

-A no perdoname, no quería asustarte, es que... Ha... Veraz yo... Estoy volviéndome loca - lo último lo susurro mientras me tapo la cara.

-Descansa Michiru, seguiré remando - observó que está temblando, me tiene miedo y seguramente también tendra frío - Hay... Hay unas sábanas en la mochila, trata de dormir -

Sigo remando esperando el amanecer, cuando escucho mucho ruido y al ver como una parvada de pájaros salen del bosque como si huyeran de algo.

-Michiru despierta -

-No podía dormir - volteo a verla.

-Esta bien, quiero que te agaches y lleva siempre esto contigo, este incienso puede esconder tu olor así los demonios no te encontrarán - asiente con la cabeza - bien ponte esta capa y oculta tu rostro no dejes que te vean la cara, a partir de ahora nos estarán buscando -

-¿Estarán? Se refiere a... - no termina la oración porque un fuerte sonido se escucho en la orilla, hago lo mismo que Michiru y me pongo la capucha y rompo uno de los remos para tenerlo como arma.

-Agachete - le susurró, ella acata mi orden.

Sale una persona entre los arbustos, le faltaba un brazo.