Al momento de enfrentarse los cazadores de demonio a Muzan Kibutsuji, logran herirlo lo suficiente para que en unos minutos perdiera la habilidad de controlar a las Lunas Crecientes, liberándose de cu control. Cosa que Douma no desaprovecha esta opo...
Que bien he dormido hace siglos que no tengo un descanso así, estiró mis brazos para después abrazar a mi mujer, pero no la encuentro, me siento en la cama rascandome los ojos, después escucho el sonido de la regadera y sonrió.
Me tapó con las sábanas y visualizo una mancha de sangre en la cama, sonrió con satisfacción.
-Shinobu-chan ¿no es temprano para que te bañes? - le gritó.
Me quedo un rato en la cama, pero no sale esta tardando más de lo normal, tal vez necesita ayuda jeje.
Al ingresar a la ducha no la encuentro, solo esta abierta la regadera, la cierro y un escalofrío rodea mi cuerpo.
-Shinobu - vuelvo a llamarla pero no hay contestación, intento olfatearla pero no la persivo, detectó un aroma extraño busco la fuente y es un incienso que estaba escondido en una esquina dentro de un baúl pequeño, intento olfatear otra cosa y no hay aromas.
Dejó caer el incienso.
-SHINOBUUUU- Comienzo a correr, busco en toda la planta del segundo piso y no está, bajo al primer piso y tampoco esta, sigo llamándola esperando que me conteste, pero solo he encontrado el mismo maldito incienso en toda la maldita mansión, ¡tiene que ser una pesadilla!.
-SHINOBUUUU ¿DONDE ESTAS? ¿POR FAVOR CONTESTAME? - salgo al patio y hay una fuerte tormenta no me importa y busco por todo el lugar, me abrazo a mi mismo desesperado, clavandomeme mis uñas, ¡no, es mentira!, ¡ES MENTIRA!.
Una idea cruza en mi cabeza y corro a la habitación de Michiru, pateó la puerta y hay un bulto en la cama, al ingresar a la habitación siento varias apuñaladas en la espalda, arrancó lo que me golpeó y son las agujas que tenía la mocosa.
Con mis abanicos parto en dos la cama pero no hay nadie.
Siento que mi cuerpo empieza a paralizar se, al mismo tiempo que mi cara se derrite, pero solo puedo sentir mucho dolor en mi pecho.
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-¿Así que esto es lo que realmente deseas Shinobu?, prometiste qué intentarías amarme, ¿era mentira? - susurro.
No puedo evitar reír mirando al techo mientras poco a poco pierdo la cordura...
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En lo profundo del bosque dos siluetas corrían bajo la intensa lluvia.
La figura más pequeña se resbala con el lodo.
-Vamos Michiru no te rindas,debemos alejarnos de este lugar, no sé cuánto tiempo surtirá efecto la parálisis - agarra del brazo a Michiru mientras la impulsa a seguir corriendo.
-Pero (snif) mis padres me vendieron, no tengo un hogar al cual regresar - lágrimas gruesas caían en sus mejillas.
-No creas en nada de lo que te dice, solo son mentiras fuiste secuestrada, tus padres aún te aman, estoy segura de eso -
