"Lo que pertenece a una bruja, nadie lo debe tomar. Lo que por derecho le corresponde, nadie se lo debe quitar. Y sí eso llega a pasar, un castigo obtendrás. Si no quieres hacerla enfadar, todo lo has de dejar"
Y con esa premisa oscura, Uraraka Ocha...
Espero que les guste este cap... Ya se viene el desarrollo. Al final lo alargue más de lo que esperaba.
Advertising: Angst y Suspenso.
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Izuku es hijo del bosque.
La rana guardó silencio al escuchar a Inko.
Izuku es del bosque.
Izuku es un árbol, pero también una estepa, la tundra, la selva, las coníferas. Izuku es la vida.
Tsuyu contempló con calma el rostro húmedo de la mujer de un elfo que volvió a su comuna.
Y no sabe si el bosque también quiso ser padre y renacer o es que...
― Siempre supe que Hisashi era distinto de otros seres humanos. Aún ajora dudo que se llame así. Yo sólo quería ser amada... un abrazo, un hijo... Le rogué al cielo, a las estrellas, a las tres lunas. Entonces, una mañana que fui al bosque a buscar fruta, lo conocí. Cubierto de musgo y con esos hermosos lunares en su cara afilada. Era una aparición celestial. Jamás vi un elfo y otra criatura mágica. Soy una simple aldeano. Yo nunca supe nada del amor, pero lo sabía― el evento al parecer le causaba vergüenza y tristeza porque lloró con la cara hecha un tomate― no sé que fue lo que me paso, no lo sé... me sentí atraída a él y ...
― Entiendo ― respondió Tsuyu para no entrar en detalles.
Izuku es hijo del bosque.
El bosque quiso ser padre.
― Este momento llegaría en cualquier momento ― suspiró Inko― ese niño nunca fue mío, pero tampoco de su padre. ¡Me siento usada!
― Tranquila... a decir verdad, no sabía que esto sucedería.
― No, pero... ese niño no fue concebido de forma natural. Me fui con el primer desconocido que vi en el bosque porque era bello y me dio un poco de afecto. Un día ese niño regresaría a donde pertenece ― volvió a ahogarse en su llanto.
Tsuyu acarició la espalda de la mujer y sintió pena, compadeciendo su estado. A pesar de eso, todo le quedaba más claro. Un rato más tarde, la señora Inko más recompuesta, comenzó a explicar los últimos días de Izuku en la casa y así fue como llegó a la caja de madera en la repisa sobre el pasillo que daba a la puerta. Tsuyu al escuchar el nombre del príncipe, caminó hacia allá y sin preguntar, la abrió. El contenido la alarmó. Su piel se erizó al imaginar la lucha que Izuku llevó por culpa del hechizo.
Siempre quiso escapar.
Izuku es el bosque.
― Debemos avisar al príncipe ― fue la respuesta inmediata de Tusyu para detener sus pensamientos.
― ¿Ah? ¿Eso es lo que quería?— preguntó Inko contrariada.
― Él estaba luchando consigo mismo. Fue su forma de pedir ayuda. Puede prestarme papel y pluma. Agregaré una nota de mi parte a su majestad.
