Precuela Parte 3

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Las ofrendas fueron recogidas por algunos hombres y mujeres

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Las ofrendas fueron recogidas por algunos hombres y mujeres. Supervisadas por un anciano miembro de los sabios de la tribu. El cometa llegó a sus manos. Leyó el nombre de Katsuki en él. Meditó un momento y antes de romperlo, otro hombre se lo arrebató. Se miraron por un momento. El hombre dijo algo a modo de advertencia y discutieron un poco. Se acercaron más hombres a conocer la situación. Finalmente, el cometa volvió a manos del anciano. Lo hizo pedazos frente al hombre que intentó detenerlo. Furioso se marchó de la escena. Los pedazos del papalote flotaron por los aires, hasta irse muy alto, subir por los cielos, perderse.

Dentro de la tribu había un orden pese a su caos. Evidentemente no iban a permitir que cualquiera diera obsequios a su futuro Rey. No estaban interesados en que tuviera como esposa a un ser ordinario de la villa del bosque. Además, el joven príncipe era apenas un niño. Entrenaba para sus siguientes batallas, aprendía idiomas, magia, conceptos universales, a leer las estrellas. Se convertiría en un gran líder. Superaría a sus predecesores, su propia madre quien gobernó con poder y fuerza, su abuelo, el padre de su abuelo... Katsuki a pesar de ser hijo de un hechicero, tenía sangre Guti y era puro todavía. Heredo grandes dones, había que pulirlo y no distraerlo con trivialidades como los cortejos. No era momento para eso. Por eso se habían quedado más tiempo en la playa. Había que preparar los años de este Rey y porque por alguna extraña razón, Taishiro, el líder Piasa, pidió que se extendieran las semanas en la villa del bosque.

Después de recoger las ofrendas y colocarlas en el centro del campamento. Llamó a las mujeres para que eligieran tres objetos de ellas y así todas las familias tendrían regalos del pueblo. Después volvió hacia la carpa donde el joven Katsuki se encontraba estudiando leyes universales. Lo observó desde la cortina. Era un niño brillante e inteligente que se había entregado fielmente a su tarea como futuro Rey. A pesar de haber crecido sin padres, era fuerte, sería poderoso.

Al llegar la noche, los Guti salían a hacer fogatas a la orilla del mar junto a sus dragones. Cantaban, bailaban, bebían vino. Los niños jugaban y los piasa adoptaban su forma humana para convivir con sus amos.

Katsuki estaba sentado al limite de donde llegaba la marea. A solas, oyendo el mar y observando las estrellas. Había un poco de nostalgia en su mirada. Siempre era así, todas las noches. Durante el día, era el niño más enérgico y dedicado en sus deberes y entrenamiento. Al llegar la noche parecía distinto y abstraído. Muchos creían que se debía a la falta de sus padres. Solo Eijiro, su fiel Piasa color rojo sabía que no. Su amo Katsuki estaba extraviado a esa hora de la noche, es decir, su alma y espíritu viajaban lejos de él y sólo se quedaba su cascaron frente al mar. Así es como lo describía él.

El rostro del jovencito brillaba por la luna y el reflejo de la luz de la fogata. Cuando lo veía así Eijiro se sentaba a su lado, cuidando de él, vigilando. Sus grandes pestañas doradas parpadeaban lentamente. También Eijiro quería saber que dolor tan grande le aquejaba. Que era lo que lo hacia perderse.

Puse un hechizo en ti  (FIC AU MEDIEVAL KATSUDEKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora