"Lo que pertenece a una bruja, nadie lo debe tomar. Lo que por derecho le corresponde, nadie se lo debe quitar. Y sí eso llega a pasar, un castigo obtendrás. Si no quieres hacerla enfadar, todo lo has de dejar"
Y con esa premisa oscura, Uraraka Ocha...
Con la novedad que ya llegamos al final de esta historia. Al principio pensé, no creo acabarla, me voy a aburrir, por aquello del TDAH que deja las cosas inconclusas pero la verdad es que si me dio satisfacción el final.
Espero que a uds también y que les haya gustado leerla tanto como a mi el hacerla, desde el inicio les dije que no era muy larga. Y mil gracias por el apoyo, mucho o poco que recibí por esta historia mágica.
Bien, aquí el último capítulo y el siguiente es el EPILOGO
FELIZ LECTURA!!!
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Hay decisiones que se deben tomar en un instante. De las elecciones que se hagan dependerá el futuro, la vida, el destino...
Creemos siempre que elegimos de acuerdo a nuestros intereses, al egoísmo de nuestro corazón, muy pocas veces pensamos en otros al elegir nuestro camino, pero a veces cuando ponemos primero a otros, todo se va a carajo.
Katsuki tuvo mucho tiempo para definir el destino de su mundo. Meditó cada escenario y aún así, no tenía idea de cómo acabaría todo.
El universo se equilibra. La ley de reciprocidad impera en cada parte del cosmos. Si damos, recibimos, si quitamos, perdemos, así funciona y así es como es. Por más que queramos huir a esa premisa, lo único que conseguiremos es engancharnos en el caos infinito, un bucle sin salida lleno de problemas a los que nuca encontraremos solución a menos que entendamos el equilibrio. La balanza de nuestras decisiones.
Acciones que van y vienen como un boomerang.
También eso lo sabe Katsuki y por eso piensa demasiado en que dará a cambio para salvarse a sí mismo, al muchacho que lo mira con terror y lágrimas. La destrucción está a su alrededor. En medio del ojo del huracán.
— Kacchan...
Oye su nombre. Sonríe tranquilo, trata de transmitir a Izuku calma, acaricia sus hombros. Izuku lo abraza fuerte.
— Tal vez debamos pelear— dice el bosque con voz decida. Suelta el abrazo y mira fijamente a Katsuki.
Ha dejado de llorar y el miedo se esfumó de sus ojos y apareció un ceño fruncido, dando una expresión dura a su rostro infantil.
— No— dice Katsuki con calma.
¿Qué vas a sacrificar? Recuerda la voz que le preguntó hace días. Algo con el mismo valor, algo que Katsuki atesore...
Sus recuerdos, su pasado, el amor de Izuku, su fuerza, el destino... No lo sabe, todo es igual de importante. Y había que tener cuidado con la elección porque es el precio. ¿Cuál es el costo por salvar las vidas de todos los habitantes de un planeta?
Ni los dioses lo saben. Sólo la fuente creadora.
— Creo que si peleamos, podemos vencerlos — Izuku insistió — el líder de los demonios debe estar llegando al templo. Aún podemos...
