"Lo que pertenece a una bruja, nadie lo debe tomar. Lo que por derecho le corresponde, nadie se lo debe quitar. Y sí eso llega a pasar, un castigo obtendrás. Si no quieres hacerla enfadar, todo lo has de dejar"
Y con esa premisa oscura, Uraraka Ocha...
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― Sucede que nunca lo creí necesario ― comentó Izuku un poco nervioso desde el diván del psicoanalista ― mi novia lo sugirió después de que las pesadillas y los sueños volvieron. Comencé a experimentarlos desde los trece años... así, simplemente de la noche a la mañana. Pensé que era parte de mis post traumas "de la infancia" Ya le comenté que, sufrí acoso y abuso por... compañeros de la secundaría, pero desde que All Might se presentó en mi vida, todo cambió para mi. No, jamás fui a terapia, no creí necesitarla, hasta... bueno, recién.
― Platícame, ¿qué paso exactamente?― preguntó un hombre sentado en una silla a un costado, libreta en mano, traje sastre azul con rayas, peinado relamido.
― Los sueños eran fragmentos de una historia, en la secundaria eran detalles de escenarios, conversaciones, personajes, en la preparatoria cesaron pero cuando aparecían eran pequeñas historias mías y de mis compañeros en otra ciudad, porque sabe... a todos ya los conocía. De verdad, no miento, los había visto pero no recordaba donde, pensé que en la calle, puede ser que vemos personas y... Después de la última batalla antes de salir de la preparatoria, uno de esos sueños fue revelador. Kacchan y yo, estábamos... bueno, es que yo... ― suspiró ― no soy abiertamente bisexual, pero debo decirlo, siempre he estado enamorado de él, así que en ese sueño teníamos sexo y me llamó la atención porque a diferencia de otros sueños eróticos, en este, él me dijo: "Nunca di nada a cambio, no tuve el valor así que deje que el Universo eligiera. Perdóname. Creo que se llevó mi amor por ti"― Izuku comenzó a llorar de forma patosa.
Se hizo un ovillo en el diván, se llevó las manos a la cara como un niño. El psicoanalista dejo que llorara y anotó en su libreta. El dolor que experimentó Izuku en ese momento no podía explicarlo, su pecho dolía, ardía y sentía que todo lo abandonaba. Dolor asesinó que lo desesperaba por que sabía que perdió a Kacchan para siempre.
― Lo siento ― Izuku sollozó ― es que, este sentimiento me atormenta, no lo entiendo. Por esa razón mi novia me sugirió venir a terapia. No duermo por las noches y he perdido el apetito, es como si hubiera terminado una relación con Katsuki, una relación amorosa e intensa. Él y yo sólo somos compañeros de trabajo, ya sabe, somos el "Wonder Duo" nuestra única relación es profesional y fraternal... aunque yo siempre lo haya querido mucho, entiendo que él jamás estaría conmigo. Su sentido de la rectitud y de hacer lo correcto esta muy por encima de los deseos románticos o carnales.
― Además de que él no es gay― recalcó el psicoanalista.
― Eso también... ― respondió Izuku con tristeza. Aceptó el pañuelo que le ofreció el terapista.
― Básicamente tienes deseos reprimidos por tu amigo de la infancia y se proyectan en esos sueños. Puede ser que tu inconsciente creo elementos de autodefensa y protección ante el rechazo y se creo un mundo imaginario en tu mente donde, tú y él pudieran estar juntos.
