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—Parece que tendremos compañía —señalé hacia donde se encontraban los chicos, la cara del rubio no fue muy linda—, ¿qué estarán haciendo ellos en el mercado?
—No lo sé, pero sí es extraño verlos aquí —en cuanto nos encontramos todos en la entrada, nos saludamos tranquilamente y los cinco entramos al mercado—. Así que... ¿Qué los trae al mercado?
—Pensamos que los senpais querrían algo de fruta fresca, para después del entrenamiento —opinó Atsumu, adelantándose a cualquiera de los otros dos para contestar—. También tengo una cuenta pendiente con el amigo de Seki-chan, considerando que vino a espiar a la competencia.
—¿Vas a pedirle qué acepte tu reto de voleibol? —preguntó su hermano, burlándose de que la última vez que se vieron, el rubio teñido reto a Nifuji-kun a un partido y este dijo que no—. Sí que eres un mal perdedor 'Tsumu.
—¡No puedes llamar perdedor a alguien cuando ni siquiera haz competido contra otro! —se quejó Atsumu, señalando acusadoramente a Osamu, quien solo revoleó los ojos—. ¿Dónde puedo encontrar a ese chico Tauiru?
—¿Me buscaban? —preguntó Hori-kun, apareciendo a las espaldas de los gemelos—. Oh... Hola ___________-chan, te estaban buscando en el sector de conservas.
—Cierto, olvidé que Kujo-san me había hecho ese favor —el castaño solo se rio ante mi falta de coordinación—. Mejor voy ahora mismo, sino tendré problemas después.
—Voy contigo Seki-chan —se ofreció Inaba-kun.
—¿Pero no tienes qué hacer ese recado para ahora? —le pregunté, intentando aprovechar la oportunidad que Hori me estaba dando para escapar.
—Eso puede esperar...
—Sabes que Miya, acepto el reto que te negué antes —todo el mundo observamos atentamente a Nifuji-kun—. Pero tiene que ser después del almuerzo, no pienso perderme una buena comida. Además, quiero que sea un tres contra tres. Incluiré a este chico en mi equipo —señaló a Inaba-kun, quien solo miraba atónito al castaño, yo sabía que Inaba-kun jugaba voleibol pero no al ritmo de los demás—. ¿Qué dices?
—Ahora sí hablas mi idioma, Nifuji-kun.

  Esa fue mi ruta de escape, realmente no sabría que hacer sino contara con la ayuda de Hori-kun en momentos como este. Corrí rápidamente hasta el local de Kujo-san, a recoger los dulces para el almuerzo y fui acompañada, por sus sobrinos e hijos, hasta donde el club se había establecido. Cuando yo llegué, ya estaban terminando de preparar la comida, así que tendría que apurarme y ponerme a trabajar en las últimas partes de los dorayakis. Terminé mis labores y fui liberada de la cocina para volver con los chicos.
  Los locales habían cerrado temprano, debido a nuestro festín y además con el partido que se armaría después. Nanashima-senpai entregó las porciones junto a algunos chicos de segundo, Kamitani-senpai se encargaba de las bebidas y yo me "ofrecí" a ayudar con la distribución de los postres. El club de voleibol vino para cuando no quedaron ni unas migas de toda la comida, ya que el entrenamiento no había durado mucho después de que aquellos tres se hubieran escapado. Igarashi-chan también llegó al mismo tiempo que el equipo, tuve que ponerla al tanto de las cosas que sucedía.

  Para cuando armaron la cancha improvisada, vi la conformación de ambos equipos y noté que en altura no había mucha rivalidad: los gemelos Miya y Nifuji-kun medían lo mismo, Shinzuke e Inaba-kun tenían una diferencia de tres centímetros (Kita siendo el más alto) y el tercer miembro del equipo de Hiro-kun era un chico del puesto de especias. No lo conocía mucho personalmente, pero había tenido la oportunidad de intercambiar algunas palabras. Era un tipo agradable, iba a segundo año en la preparatoria de Hiro-kun y medía casi 1,90.
  Suna-kun y Ginjima-san estarían a cargo del marcador, mientras que a mí me designaron como referí. Sabía algunas reglas, pero no era muy experta, así que le pedí a Aran-kun o Omimi-kun que se hicieran cargo. Termino con el bloqueador central en tomar mi lugar. Durante el partido, me alejé para encargarme de reorganizar todo para que se lo llevaran a la escuela o a la posada. Solo vi cuando estaban terminando, ambos equipos estaban empatados y en los últimos puntos. Como solo jugarían un set, esperaba que no lo hicieran eterno.
  En la última jugada, con el equipo de Hiro-kun con la ventaja, Kita recibió el balón que luego Atsumu colocó para su gemelo. Al momento en donde se supone que remataría, cometieron un fallo de cálculo y terminó siendo un fuera, por lo que el punto final contó para sus rivales. Medio a regañadientes, el rubio teñido aceptó la derrota y se saludaron antes de que Inaba-kun y Nifuji-kun se reunieran conmigo.

Todo comenzó por un onigiri (Osamu Miya x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora