18.Mal sueño...

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La gruesa voz de su padre resonó por el pasillo, Seonghwa que estaba a punto de golpearla se quitó rápidamente de encima de su hermana y Siyeon enfurecida le pegó una patada haciéndolo retorcerse de dolor.

–¿Se puede saber que mierda estáis haciendo? –espetó Min-ho cogiendo de la muñeca a Siyeon y mirando mal a su hijo. –Siyeon, ve y sube al coche Seonghwa y yo ya vamos.

Seonghwa le dedicó una mirada de odio a Siyeon y ésta quiso romperle la cara ahí mismo. Aunque tuviera sus trece y dentro de nada catorce años, había desarrollado casi la misma rabia que tenía su hermano por ella y tampoco entendía por qué tenía que ir a verlo jugar la final del campeonato se fútbol.

Principalmente había sido su madre quien le obligó a ir, vería a su madre luego de irse a vivir unos meses con Min-ho. Y es que necesitaba procesar que su madre estaba en una relación con otro hombre y que ya tenían una hija pequeña, producto de su amor.

La vería allí y no quería, solo quería seguir viviendo con su padre y soportar a la "escoria" de hermano que tenía. Aunque eso no podría ser.

Su padre viajaría de nuevo a Canadá y tendría que volver, volver y convivir con su familia quedándose así en Corea pues su padre se negó rotundamente la compañía de la pequeña Lee.

Su hermano y padre ingresaron al coche, el portazo que dio el adolescente hizo que diera un respingo.

–Mañana iré a recogerte después de ballet –le aseguró su padre y Siyeon alzó sus cejas, él solo iba cuando estaba seguro de que sería una actuación importante y majestuosa.

–Bien –contestó Siyeon, mirando por la ventana.

–A mi también podrías recogerme papá –le dijo con arrogancia Seonghwa mirando de reojo a Siyeon.

–Como quieras –Seonghwa salto del asiento como un perrito emocionado –me haces perder un solo minuto de mi tiempo y me largo –advirtió Min-ho mirando mal la acción de su hijo.

Siyeon se cruzó de brazos y siguió observando por la ventana. Quería crecer cuanto antes posible para irse de viaje con sus dos mejores amigas y desaparecer. Sin abusos, sin presiones, sin miradas llenas de odio...

–Baja –llamó su atención Min-ho.

La coreana bajó del auto y rodó los ojos al ver a su hermano correr al vestuario a prepararse para aquella final de campeonato de fútbol.

El hombre, salió el auto y le hizo un seña de que lo siguiera, como siempre tan obediente tal y como le habían enseñado bajo la cabeza siguiendo a su padre.

–Min-ho, estamos aquí –exclamó una mujer frunciendo el ceño y cruzada de brazos.

Al lado tenía a un hombre con Gahyeon tomada de la mano con sus seis años.

Sunmi poseía la misma postura elegante y su belleza tan radiante al igual de siempre. Parecía más joven de lo que aparentaba.

Siyeon había sacado la elegancia a la hora de hacer las cosas de ella.

–Buenas tardes madre –hizo una reverencia y su madre con la mirada le indicó que se acercara más.

Así pues, se acercó y la mujer organizo bien el cuello de la chaqueta de marca de la coreana.

–Así mejor, que parecías cualquier cosa –le espetó y luego puso ambas manos en sus hombros –Para el próximo mes ten ya tus cosas ordenadas para volver a vivir con nosotros Siyeon.

–Sí Sunmi, ya me había avisado mi padre...–la voz de Gahyeon la interrumpió.

–¡Mamá mira ya empieza! –saltó Gahyeon sacándole la lengua a su hermana mayor, sentada en las piernas de su padre que saludó con un apretón de manos a Min-ho y después a la nipona.

FOCUS ON ME; SUAYEON [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora