El número 6 lo tengo marcado en la frente. No puedo respirar, no soy consciente de todo lo que está pasando a mí alrededor ni de las palabras que Haynes espera que pronuncie porque no ha dejado de hacerme pregunta tras pregunta.
Siento que la vida me está arrebatando mucho y demasiado rápido, que me queda bastante por vivir pero me duele mucho más la realidad cuando recuerdo que Liam espera tener hijos conmigo, espera un matrimonio e incluso un perrito.
Jamás pensé que alguna vez compartiríamos el mismo sueño.
Haynes tiende hacia mí el vaso con agua. Ha sido paciente, me ha hecho preguntas como es lógico pero me ha dado el tiempo para poder reponerme un poco del golpe que acabo de tener.
—¿Estás segura del diagnóstico?—pregunta por milésima vez.—Algunas veces los doctores se equivocan y...
—Yo lo sabía desde hacía cuatro años—le corto en voz baja. —Estaba en fase I cuando lo supe y... ahora voy a morir en seis semanas.
Siempre odié los planes. Para mí las personas que planificaban su vida en todo momento no eran más que robots que querían tener todo en orden. Es irónico como cambia la vida porque ahora mismo lo que más deseo es tener más tiempo para hacer planes con Liam.
—Yo... lo siento tanto Joy—no siento ningún mal en su voz solo esa compasión que busqué alejar de mi vida durante todo este tiempo. Supongo que cuando estás al límite de tu vida no tienes más opción que aceptar todo. —¿Y Liam lo sabe? Carajo, esto va a destruirlo.
De inmediato levanto la cabeza.
—No, no lo sabe aún y no quiero que tú se lo digas—digo apresurada.—Liam... él necesita tiempo y yo tengo que resolver algunas cosas antes de decirle la verdad.
—¿Vas a dejar que pasen las semanas y no le dirás que serán las últimas que tendrá contigo?—siento el rechazo en su voz. —Joy, eso es una mala idea además de que es bastante cruel. No puedes privarlo de esa información, mi amigo está... ¡Hasta habla de matrimonio!
Trago grueso. Me duele, me queda y lastima el saber que Liam ha hablado de mí de esa forma, que en verdad se ve teniendo un futuro conmigo y me siento como la completa mierda al no decirle todo pero necesito tiempo. Esta información no puedo procesarla tan rápido como quisiera y no quiero pasar mis últimos días discutiendo con él.
—Necesito tiempo—susurro con desesperación.
—No lo tienes.
Sentarme aquí a llorar me parece patético por lo que limpio las lágrimas que se asoman por mis mejillas. Tengo compañeros del trabajo observándonos pues estamos sentados en medio de la cafetería del edificio esperando a que mi crisis termine.
—Por favor, no se lo digas—le ruego.
Haynes es buen amigo de Liam, se nota en la manera en que defiende y apoya sus sentimientos y puede que sea duro para él finalmente afrontar que a fin de cuentas Liam sufrirá de todos modos porque le lleva varios minutos asentir.
ESTÁS LEYENDO
Entre Joy y Nueva York (AQS #5)
RomanceJoy Finlay es descuidada, desprolija, despistada y una pésima cocinera. Vive su vida un día a la vez, odia las agendas, la contaminación y el machismo. Jamás ha planeado algo y a la edad de veintiocho años no ha tenido ni una sola relación seria. L...