Extra N°1.

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Cuando vas a terapia solo escuchas a las personas decir que el dolor es algo pasajero, que el tiempo lo cura todo y que dentro de unos años ni siquiera vas a recordar cómo te sientes hoy

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Cuando vas a terapia solo escuchas a las personas decir que el dolor es algo pasajero, que el tiempo lo cura todo y que dentro de unos años ni siquiera vas a recordar cómo te sientes hoy. Intentan desde el primer momento que el dolor que te consume, deje de hacerlo, intentan que tu vida siga su curso como debería ser.

Llevó tres años en terapia, y en todo este tiempo siento que el mundo ha girado como siempre pero que yo sigo en el mismo lugar.

Cada mañana el despertar es otro día en el que recuerdo que mi esposa ya no está. Vivir con el recuerdo de Joy es etremadamente doloroso pero soñar con ella es increíblemente cruel. Paso todo el día esperando el momento en que deba cerrar los ojos de nuevo solo para poder verla así como espero que amanezca para ya no hacerlo porque tengo sueños tan vívidos que al despertar, pienso que me estoy volviendo un poco más demente.

El aire frío de Londres solo me recuerda lo tieso que he estado todos estos años. He viajado, he conocido, sonrío, como, bebo, salgo, me integro sin embargo... no quiero hacerlo.

No he dejado la terapia porque siento que es el único lugar donde puedo hablar de lo que me pasa, de cómo me siento y mi terapeuta es la única persona que sabe que aunque lo intento, no he podido seguir con mi vida como me hubiera gustado.

El anillo en mi dedo brilla en el reflejo del espejo del baño. Las ojeras bajo mis ojos son solo un recordatorio de que todo se está yendo a la mierda así que evito mirar en lo que me he convertido.

Como dije, me levanto cada mañana, convivo con personas, hablo con mis padres, a veces mis hermanos y aunqe ellos creen que todo ha ido mejorando, desconocen que en mi mente la palabra suicidio ha estado dando vueltas desde el momento en que la perdí.

Todos hablan de cómo se debe superar el dolor pero ¿Qué hay de malo con sentirlo? ¿Por qué es un maldito tabú el que una persona quiera echarse a llorar todo un año o el resto de su vida? No se puede pedir al corazón que sane de la noche a la mañana porque el dolor no entiende de razones ni tiempos, solo quiere hacerse sentir. Y yo quiero sentirlo, deseo con todas mis fuerzas no hacerlo pero ahora que han pasado tres años desde su muerte, el dolor de su pérdida es el único recordatorio que tengo de que viví un tiempo maravilloso a su lado, de que fuimos real en un momento determinado y de que la perdí de la forma más cruel posible.

Fui testigo de cómo su cuerpo decayó, la vi debilitarse con mis propios ojos, vi su dolor y fui testigo de su decadencia. Si eso no es cruel, no me imagino que lo sea.

Hay días en los que realmente tengo un mal momento. Fui diagnosticado con depresión, tengo malos días y al parecer este será uno de ellos.

La mañana apenas comienza en Londres y yo ya me siento como la mierda. Como todos los días recibo una llamada de mi madre pero no la respondo, a diferencia de veces anteriores. Me quedo sentado en el taburete de la cocina esperando por alguna razón para desayunar pero no la encuentro, solo siento el impulso de caminar hacia la habitación donde de forma masoquista, abro el armario encontrando las bolsas donde su ropa continúa guardada.

Entre Joy y Nueva York (AQS #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora