Hablé con Ciara por el resto de la tarde mientras mi esposa dormía. No sé hace cuánto tiempo nos quedamos dormidos pero para cuando abro los ojos apenas y el cielo está haciendo ademán de amanecer.
Parpadeo varias veces acostumbrándome a la luz de la habitación, todo está bastante tranquilo por lo que creo que mis padres no han regresado todavía de la playa o donde sea que se fueron porque nada suele estar así de tranquilo.
Me desperezo, dormir en esta incómoda silla me ha dejado con un dolor de cuello impresionante y...
—Buenos días Rapunzel—observo a mi esposa, está sentada en la cama con una sonrisa en los labios. No tiene puesto el oxígeno pero aún así, con su voz rasposa y la piel azulada, sigue siendo la mujer más hermosa que mis ojos hayan podido contemplar.
—¡Estás despierta!—digo lanzándome sobre ella. Siempre tengo cuidado al tocarla pero se aferra a mi cuello plantando un beso sobre mis labios. Los tiene resecos, ha pasado por mucho pero es imposible notar que está mejor pues está sonriendo, tiene fuerzas y está aquí... está despierta.
Me río cuando deposita un beso en mi cuello.
—¿Van a seguir con esta asquerosa escena?—me alejo de mi esposa para ver a Ciara de brazos cruzados en la puerta. Frunzo el ceño, ella estaba dormida, se supone que debía de estar dormida como yo pero por la expresión de Joy, no está sorprendida ni nada, supongo que hablaron mientras yo estaba durmiendo. —Te dije que no debiste casarte con él sino conmigo.
Joy rueda sus ojos.
—Te hiciste la difícil demasiado tiempo—se encoje de hombros jugando—perdiste tu oportunidad.
Los tres nos reímos. Me siento como en una clase de película pues está aquí, está feliz y hablando con esfuerzo pero hablando al fin y al cabo. Es casi una imagen irreal porque todos estos días ha estado durmiendo, siempre estaba sedada y ahora... es como si no necesitara nada de eso.
—No trates de robarte a mi novia—peleo con Ciara que me enseña la lengua—Es mía.
—Fue mía primero—responde acercándose. Planta un beso sobre la frente de Joy quien toma su mano enseñando una de las sonrisas que tanto me moría por verle en los labios. —Te eché mucho de menos, hermosa.
Joy besa su mano y luego baja la mirada.
—Ciara, creo que nunca te agradecí lo que hiciste por mí—susurra bajando su voz en varios tonos.—Me tendiste la mano cuando estaba sola, me llevaste a tu casa...
—Te entregué mi novio—la interrumpe su amiga haciéndola reír.
—Sí, por eso también te agradezco—comenta mi esposa mirándome con tanto amor que me enternece hasta la última célula.—Sabes que visité muchos lugares y tuve muchas aventuras, pero gracias a ti, a que me presentaste a Liam, entendí que mis mejores aventuras fueron a su lado y por eso te estaré siempre agradecida.
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Entre Joy y Nueva York (AQS #5)
RomanceJoy Finlay es descuidada, desprolija, despistada y una pésima cocinera. Vive su vida un día a la vez, odia las agendas, la contaminación y el machismo. Jamás ha planeado algo y a la edad de veintiocho años no ha tenido ni una sola relación seria. L...