Himawari Uzumaki-Namikaze

Temporada I. Capítulo XIX.

Antes que nada más adelante me refiero al chakra de kurama como veneno. Dicho esto disfruten la lectura.

Naruto recostó a Himawari sobre un árbol, su ropa quedó hecha jirones así que se la sacó, quedando con el torso desnudo y su herida cerrándose de a poco. Se sentía mal, él no quería que ella pensara así, no era su intención.

Boruto y kawaki miraban la espalda de Naruto, era increíble cómo se curaba solo, fuera de eso estaban preocupados por Hima.

-¿Papá cómo está Himawari?- le preguntó preocupado Boruto, si bien Kawaki no lo demostró estaba preocupado también.

Naruto miró las caras de sus hijos y se le estrujó el pecho, sintió que su trabajo como padre era pésimo pero hizo una sonrisa forzosa.

-Esta esta bien, solo tiene que recuperarse, cuando despierte no le digan lo que pasó, si se entera se culparia toda la vida y es lo que menos quiero-. Los dos asintieron.

No querían entrenar querían cuidar de Himawari pero Naruto les aseguró que estaría bien, tenía que ser el adulto responsable aunque estuviera más perdido que ellos.

Pasaron tres horas y Himawari no despertaba, Naruto la revisaba por si tenía alguna anomalía, en momentos así necesitaba a Sakura, ella sabría qué hacer. Por un momento pensó en ir a buscarla, pero seguro que estaba ocupada, hasta que kurama en su interior habló.

Naruto su chakra disminuye rápidamente, si no buscas ayuda puede que... . No lo dejó terminar.

-¡Boruto, kawaki vengan rápido!- les grito, entró en pánico, se puso una remera y cargo a hima. -Agarren mi ropa y no se suelten- desaparecieron en un flash amarillo, llegaron rápidamente a Suna, aparecieron en las puertas del hospital, Naruto les pidió ayuda a las enfermeras, las cuales llevaron a Himawari a urgencias.

Naruto no sabía qué hacer, era un manojo de nervios, pocas cosas lo ponían así, tenía miedo de perderla así como lo hizo con sus padres y su maestro, kurama trataba de calmarlo pero era en vano, solo hacía que fuese peor.

Los otros dos no eran tan diferentes, Boruto no quería perderla, no hace mucho pudo arreglar las cosas con ella no soportaría perderla. Kawaki tenía sentimientos encontrados, por un lado se sentía enojado y por el otro triste, si bien no tenían la mejor relación de hermanos, no quería que una de sus personas importantes perdiera la vida.

Pasó una hora y el ninja medio salió de la habitación, estaba serio.

-Familia de Uzumaki Himawari-. Naruto se paró y fue hasta el ninja.

-Ella está estable, pero no estamos muy seguros de lo que le pasó, el chakra en su sistema es peligroso, tenemos miedo que a la hora de hacer algo el chakra se salga de control y complique más la situación-. El ninja se fue dejando a un Naruto pensativo, paso por su cabeza buscar a Tsunade o Sakura para que alguna le diga lo que tiene.

Levantó la vista y vio como Boruto y Kawaki venían, no quería decirles pero si no lo hacía sería peor.

-Está delicada-. Fue lo único que les dijo para que no hicieran preguntas, ellos entendieron y no preguntaron más.

-Necesito que se queden cuidando a Hima, tengo algo que hacer-. Los dos dijeron que sí.

Fue hasta la torre y le contó a Gaara la situación, él se preocupó por ella, le preguntó por Tsunade o Sakura, pero le dijo lo que pensaba. Gaara lo miro pensando si era estupido o no.

-Por qué en vez de hacer especulaciones no vas hasta Konoha y preguntas por alguna de las dos, es tu hija la que está en ese estado, no es cualquiera-. Naruto lo miró como si hubiera descubierto algo que él no, le agradeció y salió de ahí, dejando a Gaara preocupado.