A.U Especial San Valentín 2022.

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Himawari se levantó temprano ese día, con pereza miró hacia el calendario que estaba colgado en su pared, un gran círculo rojo rodeaba el día 14 de febrero. 

Se levantó de un salto, buscó algo de ropa y se metió al baño a bañarse. Rato después salió vestida con un vestida con un jean azul, una manga tres cuartos rosada y una campera de jean negra.

Agarró su monedero de sapito, se despidió de Naruto y Kawaki con un beso en la mejilla, se calzó sus zapatillas y salió de la casa feliz. 

Naruto soltó la sartén que estaba lavando, el ruido alertó al pelinegro el cual llegó corriendo hasta la cocina. 

—¿Qué pasó?— le preguntó asustado. 

—¿Qué día es hoy?— le pregunto ansioso. 

—14 de febrero ¿por qué?—. 

—¿Cómo salió?—.

—Eh… linda— le dijo, Kawaki no sabía a dónde quería llegar. 

—Eso ya sé tonto, me refiero a si salio emocionada o algo asi—. 

—Salió murmurando algo sobre salir con el Sabaku no— el apellido del chico lo dijo con desagrado, no le agradaba para nada y más su actitud arrogante. 

Naruto suspiro, no podía negarle salir con el chico, pero como padre sobreprotector y celoso se negaba a aceptarlo dentro de su familia. Levantó la sartén y continuó lavando los platos que quedaban. Kawaki por su parte volvió al sillón y siguió mirando la novela. 

Hima caminó tres casas después de la suya y tocó la puerta, no esperó mucho para que el pelirrojo amigo de su papá le abriera. 

—Bienvenida Hima-chan—. 

—Buen día Gaara-san. ¿Está shinki?—. 

—Pasa está en su habitación— le dijo y volvió a la cocina a terminar el desayuno. 

Hima corrió escaleras arriba, entró por el pasillo y se cruzó con Kankuro, chocaron los cinco y la peliazul entró dando un portazo y gritando el nombre de su mejor amigo.

—¡Shinki!— le gritó para despertarlo.

El castaño se levantó de un susto, respiraba pesadamente y maldijo a los cuatro vientos la intrusa de su habitación. 

—¿Qué quieres Himawari?— preguntó de mal humor. 

Hima sabía que la había cagado, le dijo por su nombre. 

—Perdón— se disculpó mientras rascaba su nunca y reía nerviosa —Levántate y vístete, vamos a salir—. 

—¿Qué?— fue lo único que atinó a decir. 

Hima abrió el ropero del castaño, busco un jean negro con una cadena, una remera blanca, un bóxer negro y un abrigo verde oscuro. Se dio la vuelta para ver si se estaba cambiando y todavía seguía sentado en la cama. 

—No saldré, no molestes— le dijo para volver a acostarse y taparse hasta la cabeza. 

—Le diré a Kankuro que te caíste del segundo piso por una pelota perdida del equipo de voleibol—. 

—Ya me levanto— dijo rápidamente para agarrar la ropa que previamente le había dado y me refiero a tirado en la cara sin compasión alguna y meterse al baño a cambiarse.

Años de amistad le habían enseñado que el chico era un orgulloso de mierda y prefería decir que lo golpearon en una pelea que ver la cara de su tío burlándose de él. Y todo pasó por estar discutiendo con ella sobre que color de suéter le quedaría. 

Himawari Uzumaki-NamikazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora