Temporada II. Capítulo V.

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Al salir de la oficina pasó por el escritorio de la secretaría, la saludo y agarró su gran pergamino el cual se lo puso y salió del lugar. 

En la puerta se giró y quedó de frente a sus dos compañeros. 

—Disculpen mi mala educación, soy Himawari, un gusto—. Se presentó ante los demás. 

—Omukade— dijo el chico. 

—Tsuyuri— dijo la chica. 

Después de ese corto momento salieron caminando hasta las grandes puertas de la Aldea, allí la florista los esperaba. 

Al llegar Hima se llevó la sorpresa de encontrar a la mujer que le vendio su verbena del desierto un año atrás y al hijo de la misma, esté por alguna razón la evitaba mirar. 

Esa debió ser una gran advertencia que decidió ignorar la peliazul. 

Antes de partir se encontró con Shinki, esté la saludo como de costumbre, sin una sonrisa, con los ojos fijos en ella y un simple "hola" era suficiente. Ella no insistiría por más y él claramente no daría más. 

El castaño observó de reojo a los compañeros de la Uzumaki, no era la primera vez que los veía, eran de dos equipos diferente, por lo que supo de su padre el de cabellos bicolor se volvió chunin hace casi dos años, la chica por otro lado lleva unos meses de chunin pero con unas tremendas habilidades. 

Camino sin mirar atrás pero con una molestia en su cuello pero se lo atribuyó a su arena. 

La misión era sencilla, llevar a la mujer hasta un lugar montañoso por una planta medicinal, ninguno se puso a pensar que quizás sea mejor un equipo médico que tres chicos chunin. 

Hima se había puesto en la retaguardia, Tsuyuri a la derecha y Omukade a la izquierda. La mujer iba en silencio al igual que su hijo. 

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Naruto había recibido el mensaje del escuadrón que mandó a Ame, enseguida mandó un mensaje a Gaara para advertir la amenaza de Iwagakure y que duplicará la guardia y la seguridad de la Villa. El mensaje fue puesto en manos de una genin, cualquiera pensaría que es una estupidez pero el rubio sabía lo que hacía, estaban bajo su cuidado. 

Enseguida salió de la carpa de inteligencia y fue a ver el entrenamiento, sonrió de medio lado al ver a todos los aprendices tirados en el suelo, incluso Kawaki. 

—Tu— señaló a un genin de cabellos negros, este se lavanto tembloros. —Prepárate para una pelea—. 

—Pe-pero señor...— dijo con miedo el chico. 

—Es una orden— dijo serio. El chico se puso en una posición ofensiva. 

—Hora de la lección de hoy, técnicas de batalla shinobi, arte uno: Taijutsu— se paró en una posición defensiva, cubriendo todos sus puntos sin dejar abertura alguna. 

"¡No hay ninguna abertura!" Fue el pensamiento de todos los presentes. 

—Y recuerden, si no están preparados para matarme no serán capaces de volverse ninjas— dijo serio. 

El chico tembló en su lugar, pero aún así se lanzó al rubio. 

Naruto se agachó en su lugar para esquivar la patada del chico, seguido golpeó el estómago del ninja y este cayó jadeando por aire. Todo eso lo hizo sin moverse de su lugar. 

Himawari Uzumaki-NamikazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora