Somos la Resistencia - Covid 19

Perspectiva de Evelia Farías

Texto original. Propiedad intelectual de  EveliaFarias02

No había podido dormir en toda. La noche, cada pensamiento de mi cabeza se centraba en...

Debes ser fuerte. Estarás bien...

Mi madre hacía meses se había ido del país por la situación económica y social en que se encuentra, y no pudo llevarnos a mi hermana y a mí con ella. Así que me quedé al cuidado de mi hermana menor.

La situación en casa cada vez era más difícil, y apenas tenía 17.

Mi madre hacia todo lo posible por reunir dinero para que me adentrara a un viaje hacia otro país, siendo menor aún y con una niña a mi cargo. La idea me daba pánico, existían muchas variables, muchas posibilidades de que ese viaje fuera mal.

¿Cómo?:

1) Que me retuvieran a mitad de camino y me quitaran a mi hermana.

2) Que me robaran a mitad de camino y me quitaran a mi hermana.

3) Que me perdiera a medio camino (por despistada siempre) y perdiera a mi hermana.

Suena paranoico, pero esas y miles de ideas más resonaban en mi cabeza.

No quería arriesgarme, pero no tenía como mantenernos económicamente y mi madre apenas y podía mandarnos dinero, no existía otra posibilidad para mí. Debía arriesgar todo y cruzar esa frontera a como diera lugar.

Pase toda la semana arreglando dicho viaje, pensando en cada detalle y preparándome mentalmente para la travesía.

Mañana sería el día. Necesitaba más dinero para pasaje y comida, pero no podía tardar más.

Mañana me iría con mi hermana a un mejor futuro.

O

A una desgracia total...

✨✨✨

Ya había amanecido y tenía todo listo, las maletas, bolsos y comida para el viaje.

Conjunto con las bolsas plásticas, limón y sal. Para el vómito de mi hermana durante el viaje. Eso jamás podía faltar.

Tomé a mi hermanita y me fui a la parada de autobuses. Pasaron horas y horas y nada que pasaba los bus.

¿Que estaría sucediendo?

No había nadie en las calles. Unas que otras personas que caminaban por allí.

Hasta que me digne a preguntar si ya había pasado algún bus anteriormente a mi llegada. Lo cual me explicaron lo sucedido.

Se había declarado una Pandemia mundial. Un virus mortal cuya procedencia era incierta, se sabía de dónde se propagó.

Pero, el qué, lo inicio era un misterio.

Cabe destacar que vivía en un pueblo. Y no era de ver muchas noticias. No tenía ni idea de eso. Y me sentí como estúpida e irresponsable por no a verme enterado antes. Muchas personas estaban muriendo en todo el mundo. Toda esa información se me hacía de película. La idea de guardar cuarentena Dios sabe por cuánto tiempo era irreal.

Me devolví a mi casa y guardé las maletas.

La cuarentena había comenzado...

✨✨✨

Pasaron las semanas y me la vivía pegada al televisor. Pendiente de cada noticia, cada caso de contagio y de una vacuna que no sabía si llegaría.

El encierro no me afectaba en lo absoluto, ya que nunca fui de salir seguido. Así que pasar todo el día encerrada en cuatro paredes no era una idea aterradora.