Perspectiva de Lyna

42 12 9
                                    

Texto original. Propiedad intelectual de chica_frambuesa

Rumores... Es lo único que pensaba cuando escuchaba hablar sobre "el nuevo virus", así que hasta no oír de algún sitio verás, simplemente seguiría con el pensar que la gente no sabía ni que inventar para aumentar las visitas.

Dejando eso encerrado en un gran paréntesis, lejos de mí, continué con mi día a día y el caos que significaba llevar una vida universitaria. "Estaba de vacaciones" y lo único relevante en ese lapso era: conseguir un lugar cercano en el que pueda hacer prácticas, hallar la manera de financiar el mini-proyecto, agilizar el papeleo para darle con todo y así, poder disfrutar de lo que quedaba de mis preciadas vacaciones.

Para mi fortuna encontré cupo, mis ahorros fueron capital, contaba con el hecho de que los papeles podían esperar y que mientras tanto debía evidenciar todo lo que había plasmado en el cronograma. Así que en un dos por tres empecé la mano de obra junto a mis compañeros.
Nuestra meta era que, aunque llueva, truene o relampaguee, cumpliríamos con las horas estipuladas, PERO todo dio un giro inesperado.

Las cosas cambiaron en un abrir y cerrar de ojos, nadie contaba con que el Covid-19 se convirtiera en el antagonista de nuestros días. Dijeron "Dos semanitas no deben salir, sólo por prevención" no hicieron más que extenderse.
                     
Siempre fantaseaba en cómo sería la humanidad si surgieran los zombies o algún virus, ya saben como en las películas. Eran pensamientos fugaces, hipotéticamente es una cosa, vivirlo es una locura.

En ese punto de fuga, te das cuenta de muchas cosas, de quién es tu amigo, de quién no se quedó en solamente "Estaré para ti cuando necesites", ves la esencia de las personas, de la verdadera toxicidad de nuestra especie.
Te das cuenta que en el caos florecen los peores valores,suceden cosas que jamás creerías que pasarían.

Yo al igual que muchos, la pasé mal.
Mí salud decayó en esa primera semana. Me sentía desorientada, ni siquiera sabía que era convivir con mi familia. Mi rutina se había esfumado.

Pesaba la tristeza y la agonía, los más atroces pensamientos me seguían. Creí que nadie, absolutamente nadie podría sacarme de encima esa nube gris que tan engreída se cría
¡Que detestable!
Luchar con ese lado oscuro siempre ha sido un reto.

Reto, que a veces queremos llevarlo solos, sin ayuda, lo cual no siempre es posible. Yo lo logré por mí familia, fueron mí empuje. El hecho de que estemos juntos en esta tormenta, fue un alivio. Nos cuidamos entre todos. Buscábamos cualquier cosa para entretenernos, hicimos cosas que estaban olvidadas y creamos fuertes lazos.

No voy a olvidar lo más importante y es la amistad con Dios, no sé si los que están aquí, leyendo esto sean creyentes, religiosos o no; respeto. Pero en mi caso, él fue mí mayor consuelo y mi mejor refugio. Aclaró mi mente.

¿Qué hicieron ustedes para no caer en demencia?, A mi me tranquilizaba leer, fue en parte la medicina, de hecho me dediqué a  leer cada noche un nuevo capítulo bíblico era un calmante y para ponerle un poco de emoción, uno que otro de género-romance, jeje. Empecé a recordar cosas que solía hacer y que por ahogarme en un vaso de agua las dejé. Volví a escribir, a pintar y a sonreír.
No diré que desde ahí todos los días fueron felices, pero si algo tenía en claro, es que debía aprovechar cada segundo en hacer lo que más amo, seguir disfrutando de las pequeñas cosas y estar con quienes aportaron en mi vida.
                                

Hay una frase que leí por ahí, en un libro que se centraba en la esperanza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hay una frase que leí por ahí, en un libro que se centraba en la esperanza. Decía algo así como "las personas están acostumbrados a mirar solo hacia el horizonte" y es tan cierto. Nos enfocamos en una sola cosa, miramos hacia un solo punto, siendo egoístas en muchos casos; dejamos en la izquierda a las personas que están a nuestro favor, dejamos de valorar los detalles y ciertos esfuerzos; olvidamos ver lo que nos rodea, creemos en una sola realidad que dejamos pasar muchas trenes, olvidamos las cosas más importantes y nos enfocamos en las banales. Que ciegos podemos llegar a ser.

Y si bien es cierto que pasamos por vicisitudes a lo largo de la vida, que a veces queremos mandar al carajo todo,les pido que no se rindan. Esto será difícil porque así es ella, tan compleja y llena de aprendizaje porque de que aprendes, aprendes. Pero ya eh! no se rinda porque siempre hay una esperanza y nosotros somos la resistencia.

Somos la Resistencia - Covid 19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora