Tuvieron que pasar varios controles al aterrizar y contestar a muchas preguntas, pero finalmente lograron traspasar la puerta de la zona de llegadas. Amanda miraba a ambos lados en busca de la exalumna de Noemí, le había dado una vaga descripción por teléfono, pero aún así no estaba segura de que fuera a reconocerla. «Morena, larga melena y siempre sonríe». No era de mucha ayuda la verdad.
– ¿Amanda? – dijo una voz a su espalda – Eres Amanda, ¿verdad? – Se giró y se encontró con la que estaba segura era Julia Medina y sí, la descripción era exacta.
– ¿Julia? – Esta asintió confirmándolo, tendría la edad de su madre más o menos y era guapísima – Ella es Camile, mi novia. – La rubia la miró, aún no se habían oficializado como tal, pero le encantó escucharlo para su propia sorpresa.
– Hola. – dijo alargando la mano para saludarla.
– Venid aquí anda. – Les dios un par de besos a cada una y rió ante sus caras de susto – Las amigas de Noe son familia por aquí. Vamos que Gonzalo nos espera en el coche.
Las tres comenzaron a caminar hacia la salida, Julia les iba hablando de la ciudad, de cómo lentamente iba recuperando la vitalidad de años atrás, antes de la dictadura, y de que se iban a enamorar de ella igual que todos los que venían de visita. Amanda miraba todo con los ojos muy abiertos sintiendo como si estuviera regresando a casa, a otra casa de la que nunca había visto las paredes, pero que notaba como propia en alguna parte de su interior. Camile le daba la mano y de vez en cuando le sonreía, sabía que aquello era importante para ella más allá de Alba y Natalia, y le emocionaba poder compartirlo.
– Vamos a ir primero a la escuela, así descansáis un poco y luego por la tarde os llevaré hasta la dirección que me ha dado Noe. – Las dos jóvenes asintieron – Me he informado y al parecer sigue siendo un café.
– ¿En serio? – dijeron ambas emocionadas.
– Sí, pero dudo que vuestro amigo siga siendo el dueño. – Continuó Julia – Pues han reabierto hace pocos meses.
– En realidad no lo conocemos. – dijo Camile.
– Es una larga historia. – Añadió Amanda.
– ¡Uy! Me encantan las buenas historias. – Ambas chicas se miraron y Amanda asintió comenzando a hablarle de porqué estaban en Santiago de Chile, veinte minutos más tarde Julia limpiaba una lágrima mientras el coche paraba frente a su escuela de música – ¿Y no sabéis que fue de ellas?
– Para eso hemos venido.
– Es que no me lo puedo creer, una historia de amor de película. ¿Has escuchado Gonzalo? – Le dijo al chico que conducía que dedujeron era su pareja – Y tú ni flores me regalas.
Estallaron en una carcajada, Julia era un personaje y una mujer increíble, tenía que serlo para dejarlo todo y mudarse a otro país a abrirse camino en el mundo de la música. Al parecer había elegido Santiago de Chile porqué sus padres habían nacido allí, tuvieron que huir al producirse el golpe de estado a causa de sus actividades políticas y ella se había criado en los Estados Unidos, un poco como ella misma pensó Amanda. Ellos ya no estaban, pero en cuanto pudo regresó a sus orígenes, su hogar, para enseñar música valores a todos los niños que quisieran asistir a su academia. Y le iba de maravilla después dos años de pelear para abrirse paso.
La academia estaba al final de una larga calle, en una casa que casi podía ser una mansión, con tres pisos y un enorme patio trasero. En la planta baja estaban las aulas de música y un pequeño bar que regentaba una de las chicas que vivía allí, pues no solo servía como escuela, sino también de vivienda. Julia las llevó hasta la parte superior, la zona del ático y al abrir la puerta quedaron maravilladas. Les había preparado una cama y tenían todo el espacio que pudieran necesitar. Camile se fijó en la luz que entraba por la ventana, estaba empezando a darse cuenta de lo diferente que era la luz en Santiago de Chile y solo quería sacarla en sus fotografías.
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DIRTY DANCING (ALBALIA)
Fanfic¿Conocéis la película? Pues eso con Alba y Natalia de protagonistas. Dos personas de mundos distintos, un amor que puede parecer condenado al fracaso y baile, mucho baile. Bienvenidas al mejor verano de vuestras vidas.