Imagina ir de compras con Freddie; no saldrían nunca del centro comercial. Lo más divertido es escuchar todos sus comentarios durante la actividad.
''Oye, deberíamos de comprar unos abrigos nuevos, no tenemos en negro.''
''¿Compramos algo para cenar, cariño?''
''Debemos de comprar un juguete para los gatitos, se podrán tristes si no les llevamos nada.''
''Esto ya no cabe aquí. Creo que necesitamos un segundo carrito de compras, iré por el.''
''¡No podrás creerlo! ¡Hay cuarenta por ciento de descuento en el departamento de hogar!''
''¡Encontré un sombrero de ranita para Delilah!''
"¿Me veo gordo con este pantalón?"
''No tenemos sábanas color vino, podríamos de comprar unas...''
''Mira toda esa tecnología... ¡Diablos, esto es demasiado para mi!''
''Este suéter me gusta mucho, lo llevaré en amarillo y rojo.''
"¡Adoro esta bufanda blanca! ¡Llevaré tres!"
Y todo podría ser un resumen de lo que sucede durante horas, y horas, y horas. Pero, al final de cuentas, resulta ser muy divertido y no lo cambiarías por nada del mundo.
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