Entre Sombras-Planeta Atmos

PARTE 2 -Capítulo once: Una visita inesperada-

Las cosas fueron mucho más complicadas de lo que Kassandra esperaba. Adrián había cumplido ocho años; por lo que cuidarlo y atenderlo todos los días para disimular su hibridez solo la agotaba cada vez más y más.

Desde que Adrián terminó el preescolar, él ya no había continuado con sus estudios porque era peligroso para un niño como él estar en una ciudad repleta de Liesménitas (aparte de que no soportaba el maquillaje cuando estaba afuera); así que, Kassandra tuvo que pedirle ayuda a Yohan (quien no cooperaba mucho después del surgimiento de los Liesménitas).

Él accedió después de un tiempo, y al final, decidieron educar a Adrián en casa.

Su idea era enseñarle todo lo que debía saber para entrar a la preparatoria, ya que, para ese entonces, el estaría más consciente de su inusual situación.

Sin embargo, las boletas de calificaciones serían un problema, por lo que Yohan le pidió a sus compañeros de trabajo que lo apoyaran con boletas escritas, y luego él se encargaría de crear registros falsos de las supuestas escuelas a las que fue.

Las cosas se empezaron a controlar poco a poco

...

Un día, Kassandra salió para conseguir algunos libros en la librería Oem, la cual se encontraba a algunas cuadras de distancia del departamento.

Cuando llegó y empezó a buscar algunos libros de formación escolar de primer nivel, se encontró con Timoteo unos minutos después. Estaba muy feliz de verlo.

Él la abrazó diciéndole que dónde rayos se había metido. Kassandra le dijo que estaba un poco ocupada desde que empezó a cuidar a Adrián. Timoteo puso una cara de confusión. Ella no recordaba que desde que estaba con Yohan, no había hablado de Adrián con casi nadie, se le había escapado ese detalle.

Ella se disculpó; y él aceptó sus disculpas. Era muy comprensible cuando se trataba de temas personales; sin embargo, preguntó por los libros, y ella, para excusarse, le respondió que los iba a ocupar para darle algunos cursos a Adrián mientras estaba en la escuela.

Cuando terminó de pagar los libros, Timoteo la acompañó de camino a su apartamento para platicar de lo que había pasado con ellos después de la rebelión. Cuando llegaron, Kassandra se despidió de él y se alejó, pero mientras caminaba hacia la entrada, uno de los libros que compró se cayó de su bolsa sin que se percatara.

Timoteo trató de avisarle, pero ella no escuchó. Así que decidió llevárselo en persona.

Al momento de llegar a su apartamento, tocó la puerta, y al parecer, nadie respondió. Sin embargo, la portezuela estaba entreabierta.

Timoteo sabía que no era correcto entrar sin permiso, pero de igual manera la abrió; y justamente cuando abrió más la puerta, vio a Kassandra dándole los libros que compró a Adrián y arreglándole algo extraño en la cara. Él se quedó atónito con lo que acababa de ver. Al ver sus tan peculiares características se dio cuenta de que era un híbrido.

Cuando Kassandra volteó la mirada hacia Timoteo, se asustó y mandó a Adrián a su cuarto mientras ella corría hacia la puerta con él.

Ella le recriminó que por qué hizo eso y él le entregó el libro.

Timoteo le preguntó que por qué le ocultó eso. Ella solo le explicó lo de los libros y le dijo que no quería que nadie supiera de él.

Timoteo la tomó de la mano y le dijo que jamás la delataría por algo así; pero cuando se ofreció a ayudarla, ella lo pensó y negó su oferta. Le dijo que podría manejarlo sin problemas. Él simplemente asintió y se fue.

Pasaron algunos días y Kassandra estaba demasiado estresada. Tenía que hacer de comer, tenía que atender a Adrián, tenía que explicarle demasiadas cosas que él no entendía. Estaba completamente agotada y no estaba segura de poder soportarlo por más tiempo. Así que, con todo el peso del mundo, lo habló con Yohan y él (sin darle mucha importancia), aceptó la oferta de Timoteo.

Cuando llegó, Kassandra se lo presentó a Adrián, y desde ahí, Timoteo se dedicó a enseñarle de una manera magnífica lo más básico durante algunas semanas. 

Adrián se sintió más cómodo con Timoteo cada día que se la pasaba enseñándole.

Sin embargo, cuando llegó el día en que él le dijo a Kassandra que ya no se tenía que preocupar por gran parte de la educación de Adrián, Yohan y Kassandra se lo agradecieron muchísimo y él agradeció la oportunidad de poder enseñarle todo lo que había aprendido a lo largo de su vida a alguien tan especial como Adrián.

Después de una cena que le organizaron en agradecimiento, se fue.

Adrián, a pesar de haber conocido a alguien más y de haber aprendido muchas cosas, él creció en un ambiente en el que sabía que era peligroso mostrar su verdadero yo ante el público; lo provocó que se volviera demasiado introvertido dentro de su hogar a lo largo del tiempo.

Por otra parte, Yohan se hizo cada vez más distante de ellos; pero Kassandra, siendo una mujer decidida, logró seguir educando académica y psicológicamente a Adrián para protegerlo de lo que se aproximaba.