MATRIMONIO POR CONTRATO 2: Caminos entrelazados.

CAPÍTULO 12: Tengo que protegerla.

Me despierto y veo todo a mi alrededor. Estoy en mi cuarto, acostada en mi cama y un dolor de cabeza me recibe de inmediato. Estoy segura que tuve una crisis de nuevo porque el no recordar nada y tener mucho color de cabeza son síntomas muy míos después de un ataque de pánico y ansiedad.

Me levanto de la cama y camino con paso lento hacia la puerta mientras con una mano me sujeto de la pared y la otra la coloco en mi cabeza.

Al abrir la puerta escuchó un ruido proveniente de la planta baja y de inmediato me sobresalto.

- ¿Monsse? - la llamo esperando que sea ella quien me responda. - ¡Monsse! - levanto un poco la voz mara que está vez si me escuche.

- ¡Estoy en la cocina! - grita y me siento un poco más relajada.

No le respondo pero bajo las escaleras con cuidado para llegar hasta donde está.
Al estar lo suficientemente cerca puedo oler el delicioso olor que emana la cocina, no cabe duda que está cocinando un delicioso caldo de pollo. Es lo que suele hacerme después de mis crisis.

- ¿Tienes hambre? - pregunta al verme entrar.

- Sí, demasiada. - respondo sentándome en un banco de la isla.

- Ya casi está listo. - informa y yo asiento.

- Monsse... - digo bajando mi tono de voz.

- Dime. - responde acercándose.

- Tuve otra crisis, ¿verdad? - indago mirando sus ojos perfectamente delineados.

- Sí. - afirma de inmediato. - Pero esta vez no solo fuí yo quien te vio. - informa.

- ¿Me vio Harry? - cuestiono nerviosa.

- No... - responde y de inmediato el timbre de la casa invade nuestros oídos. Ambas miramos la pequeña pantalla donde aparece la cara de Mike. - Él también te vio. - agrega sin dejar de ver la pantalla.

- ¿Mike? - cuestiono sin creerlo.

- Sí y creo que hice algo que no debí haber hecho. - comenta mirando ahora mi cara.

- ¿Qué hiciste?

- Le conté todo lo que te pasó con la Camila y con Amanda. - dice y yo siento que el corazón se me acelera.

- ¿Por qué le dijiste?

- Porque tú le mencionaste a Camila después de despertar de una pesadilla. Él estaba preguntando sin parar al ver lo mal que te pusiste y no tuve otra opción. - argumenta y yo sin quererlo comienzo a llorar. - Allison, lo siento, se que no debí decir nada pero es tú amigo, creo que debía saberlo para así poder ayudarte.

- Hace tiempo que quería decírselo pero no me atrevía, creo que me quitaste un gran peso de encima. - le respondo y me abalanzo hacia ella para abrazarla.

- ¿Hola? ¿Me van a abrir? - pregunta tan inocente que nos hace reír a ambas.

Monserrath me suelta y camina hasta la entrada para abrirle. Yo intento secar mis lágrimas pero estás siguen saliendo sin parar. Los escucho venir y cada vez están más cerca. Decido correr al fregadero y lavarme la cara para ver si así dejo de llorar.

- ¿Estás bien? - me pregunta Mike en cuanto me ve la cara toda mojada.

- Sí. - respondo e intento sonreír. - Mike, ¿podemos hablar? - pido mirándolo pero sin hacer contacto visual con sus ojos.

- No. - responde y se acerca. - Primero debemos comer, muero de hambre. - añade y toma un vaso para después ir al refrigerador y tomar un poco de jugo.