Mi teléfono comienza a sonar llamando nuestra atención.
Lamentablemente el abrazo se termina, ambos nos separamos y yo me levanto para sacar mi celular del bolsillo de mi pantalón.
Al ver la pantalla me doy cuenta que Miranda es la que me está llamando, así que me apresuro a responder.
- ¿Qué pasa? - cuestiono con el teléfono pegado a mi oreja. Aún arrastro mi lengua al hablar con demasiada obviedad.
- ¿Dónde estás? - pregunta pero sin darme tiempo de responder vuelve a hablar. - ¿Tomaste?
- Solo un poco. - respondo con torpeza.
- Mientes.
Es increíble lo bien que me conoce mi hermana.
- Está bien, fue mucho, ¿feliz?
Miranda suspira y hace un silencio.
- Allison, estaba muy preocupada, creí que algo malo te había pasado. Tengo horas llamándote. - hace una pausa para volver a suspirar. - Mike está muy angustiado, también te marcó muchas veces y nada.
Mierda, se me había olvidado que estaba con Mike en el hospital.
- Lo siento, solo, lo necesitaba, necesitaba olvidar todo lo que nos está pasando. - hago una pausa para mirar a Harry. - Dile a Mike que estoy bien. En un momento voy.
Harry me mira y arquea una ceja al escuchar el nombre de Mike.
- Mejor dime donde estás para que Mike vaya por ti.
- No te preocupes, tengo quien me lleve. - respondo y Harry suelta una pequeña sonrisa
- Está bien, nos vemos en casa.
- Adiós.
Cuelgo y meto el celular de nuevo al bolsillo de mi pantalón. Harry mira todos mis movimientos mientras sonríe.
- No estés tan feliz. Mi yo sobria aún no te perdona.
Harry ríe y levanta las manos en señal de rendirse.
- Está bien, esperaré a que mi Allison sobria me perdone.
- ¿Tu Allison?
- Eres mía, ¿no lo sabías?
- No soy un objeto.
- Lo sé, solo intentaba... ya sabes...
- ¿Marcar territorio con Mike?
Harry se pone serio y camina hacia mí.
- ¿Estás celoso? - pregunto mirándolo a los ojos mientras está más cerca.
- No.
- Bien, no tienes porque estarlo de todas formas.
- Sí, lo sé. Me amas. - dice con tono egocéntrico y yo lo miro mal. - Y yo a ti. - agrega tomando mi barbilla y acariciándola.
- Llevame a mi casa. - digo tratando que su contacto no me afecte más de lo que debería.
[...]
Diez minutos después ya vamos en camino a mi casa. Se me había olvidado lo sexi que se ve Harry manejando. Esos brazos grandes y perfectos, esas enormes manos sosteniendo el volante, su cara seria mirando la carretera mientras relame sus labios de vez en cuando.
Ah, malditas hormonas, dejen de actuar en mí.
- Quiero que me asotes, papi. - dice mi maldita conciencia cochina.
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MATRIMONIO POR CONTRATO 2: Caminos entrelazados.
RomanceUna vez escuché que todo lo que está destinado a ser, será. También escuche que no existe el destino, que es solo una mentira creada en nuestras mentes para justificar nuestras decisiones. En mi opinión creo que algunas personas tenemos caminos haci...