CAPÍTULO 23: Varios tragos, un beso y una carta.

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Mi teléfono comienza a sonar llamando nuestra atención.

Lamentablemente el abrazo se termina, ambos nos separamos y yo me levanto para sacar mi celular del bolsillo de mi pantalón.

Al ver la pantalla me doy cuenta que Miranda es la que me está llamando, así que me apresuro a responder.

- ¿Qué pasa? - cuestiono con el teléfono pegado a mi oreja. Aún arrastro mi lengua al hablar con demasiada obviedad.

- ¿Dónde estás? - pregunta pero sin darme tiempo de responder vuelve a hablar. - ¿Tomaste?

- Solo un poco. - respondo con torpeza.

- Mientes.

Es increíble lo bien que me conoce mi hermana.

- Está bien, fue mucho, ¿feliz?

Miranda suspira y hace un silencio.

- Allison, estaba muy preocupada, creí que algo malo te había pasado. Tengo horas llamándote. - hace una pausa para volver a suspirar. - Mike está muy angustiado, también te marcó muchas veces y nada.

Mierda, se me había olvidado que estaba con Mike en el hospital.

- Lo siento, solo, lo necesitaba, necesitaba olvidar todo lo que nos está pasando. - hago una pausa para mirar a Harry. - Dile a Mike que estoy bien. En un momento voy.

Harry me mira y arquea una ceja al escuchar el nombre de Mike.

- Mejor dime donde estás para que Mike vaya por ti.

- No te preocupes, tengo quien me lleve. - respondo y Harry suelta una pequeña sonrisa

- Está bien, nos vemos en casa.

- Adiós.

Cuelgo y meto el celular de nuevo al bolsillo de mi pantalón. Harry mira todos mis movimientos mientras sonríe.

- No estés tan feliz. Mi yo sobria aún no te perdona.

Harry ríe y levanta las manos en señal de rendirse.

- Está bien, esperaré a que mi Allison sobria me perdone.

- ¿Tu Allison?

- Eres mía, ¿no lo sabías?

- No soy un objeto.

- Lo sé, solo intentaba... ya sabes...

- ¿Marcar territorio con Mike?

Harry se pone serio y camina hacia mí.

- ¿Estás celoso? - pregunto mirándolo a los ojos mientras está más cerca.

- No.

- Bien, no tienes porque estarlo de todas formas.

- Sí, lo sé. Me amas. - dice con tono egocéntrico y yo lo miro mal. - Y yo a ti. - agrega tomando mi barbilla y acariciándola.

- Llevame a mi casa. - digo tratando que su contacto no me afecte más de lo que debería.

[...]

Diez minutos después ya vamos en camino a mi casa. Se me había olvidado lo sexi que se ve Harry manejando. Esos brazos grandes y perfectos, esas enormes manos sosteniendo el volante, su cara seria mirando la carretera mientras relame sus labios de vez en cuando.

Ah, malditas hormonas, dejen de actuar en mí.

- Quiero que me asotes, papi. - dice mi maldita conciencia cochina.

MATRIMONIO POR CONTRATO 2: Caminos entrelazados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora