CAPÍTULO 21: Muerta en vida.

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Abro los ojos lentamente, me pesan demasiado. Siento mi cuerpo pesado también y una punzada en mi cabeza que me hace marear.

Cuando logro abrir más los ojos me doy cuenta que estoy en una camilla. La confusión llega a mí pero el dolor de cabeza es más grande que ella, por lo tanto, la muevo con lentitud hacia el lado izquierdo de la camilla.

Cuando lo hago me encuentro con Mike, está en una silla, con su cabeza recostada a la camilla, muy cerca de mis muslos. Está durmiendo plácidamente mientras un mechón de su cabello bloquea uno de sus ojos.

- Mike. - susurro pero no es suficiente para despertarlo.

Le doy otro vistazo, Mike se ve tan dulce así dormido, es demasiado tierno, como un algodón de azúcar viviente.

Extiendo mi mano para mover el mechón de delante de su ojo. Lo hago con el máximo cuidado posible. Lo intento una vez y al segundo intento ya lo he quitado.

- Lamento que te enamoraras de alguien como yo. - susurro mientras acaricio su mejilla.

- ¿Alguien como tú? - habla de la nada haciéndome sobresaltar y quitar mi mano de inmediato. Sin embargo, él es más ágil y la toma haciendo que detenga mi huida.

Aún tiene los ojos cerrados, no me explico como pudo detener mi mano sin abrirlos.

- Para mí eres perfecta. - dice moviendo sus labios que están rojos, quizá por el frío del aire acondicionado. - Demasiado. - jala más mi mano y la pone en su mejilla.

- Mike...

- Shhtt. No arruines el momento. - me interrumpe mientras remolinea su cabeza contra la cama.

- Estás frío. - susurro intentando sacar mi mano.

- Tú estás caliente.

Comienzo a toser por mi mente tan mal pensada y él abre los ojos de inmediato.

- Me refiero a que...

- Lo sé, entendí. Yo fuí la que pensó mal. - comento y él se pone rojo como un tomate.

Carrraspea y suelta mi mano.

- Eh... voy por un café. - se levanta y camina hacia la puerta.

- Mike. - lo llamo y él se detiene. - ¿Podrías investigar el estado de mi padre?

- Claro, tranquila, enseguida regreso. - luego de decir eso sale de la habitación dejándome sola.

Se fuerte Allison, se fuerte. Tú puedes soportarlo, tú  eres más fuerte de lo que crees.

Repito una y otra vez en mi cabeza mientras cierro mis ojos y aprieto mis puños a mis costados.

Estoy aguantando las ganas de llorar, o al menos lo estoy intentando, sin embargo, mis ojos se han llenado de lagrimas que están a punto de desbordarse.

Inhalo y exhalo con lentitud. Siento mi nariz cosquillar, estoy a punto de explotar en llanto.

- No, no, no. - niego con la voz quebrada. - Maldita sea, Allison aguanta carajo. - me regaño apretando los dientes con fuerza. Tanta, que incluso duelen.

Escucho la puerta abrirse, abro los ojos de inmediato encontrándome con los lindos ojos verdes de Anabelle.

- ¡Alien! - dice con voz chillona y yo exploto en llanto.

Ana corre a abrazarme y no dice nada. Lo agradezco porque ahora lo único que quiero es llorar hasta no poder más.

Lloro por varios minutos hasta que de repente la puerta se abre de nuevo y ambas miramos al hombre que entra a mi habitación.

MATRIMONIO POR CONTRATO 2: Caminos entrelazados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora