Llegábamos en autobús a la policía e íbamos algo tapadas por si nos veía. Realmente estaba asustada, asustada por como lo tomarían ellos, por qué pasaría conmigo, le agradezco a Andrea toda esa ayuda hacia a mi, pero no me sentía cómoda por el simple hecho que podrían venir a por mi.
Llegamos al lugar y fuimos rápidamente dentro.
– hola – saludamos.
– hola señoritas ¿Que necesitan? – dijo una chica con un traje de policía.
– queríamos poner una denuncia –
Ella frunció las cejas.
– okey, seguidme –
Eso hicimos y nos llevó como a una oficina.
– Tom, aquí te dejo unas chicas que quisieran poner un denuncia –
– vale gracias, entrad chicas – respondió el ojeando unos papeles.
Entramos y nos sentamos en las dos sillas frente a su escritorio.
– bueno, contadme – dijo aún sin mirarnos.
Andrea me dió un pequeño golpe en la pierna para que hable.
– quería poner una denuncia a ciertas personas, por maltrato – dije nerviosa.
– ¿por parte de quien? – preguntó el.
– mi padre, Frederic Snow –
– también hay cómplices – salto Andrea.
– bueno si...mi madre...m-mis hermanas –
Me puse nerviosa ya que no las quería nombrar, ellas no lo hacian, ellas estaban amenazadas por ese maldito...pero eso no quitaba nada, podrían ser tres contra uno solo para defenderme.
– falta alguien más –
– no Andrea, solo son ellos –
– Asher, ese tipo te tuvo en su casa por órdenes de Frederic para que la policía pudiese ir a tu casa y asegurar lo que tu familia decía, que estabas en una universidad fuera de aquí –
– el nunca me hizo nada – le dije casi gritando.
– vuestras palabras aún no me sirven – dijo el policía – quiero pruebas –
– ¿Que tipo de pruebas? – preguntó Andrea.
El soltó una carcajada y por fin nos miró.
Miré extraña a Andrea.
– ¿Creéis que esto es una broma? –
– lo que me ha pasado no es ninguna broma – respondí seria.
– para poner una denuncia hay que presentar pruebas, no puedo hacer nada sin eso, no voy a llevarme a ninguna persona sin asegurarme –
– no tengo nada, mis golpes sanaron ya que estuve varios días en casa de un chico que me tenía ahí por órdenes de mi padre, el no me hizo nada nunca y por eso mis golpes sanaron, si no te mostraría todo lo que me hizo ese señor –
Sabía que algo iba a salir mal...
– ese no es mi problema señorita –
– tampoco tenía ningún tipo de camara para grabar o sacar fotos, nunca tuve nada de eso – añadí.
– yo soy testigo – dijo Andrea.
– ¿tu que viste? – preguntó el tomando de su café.
– cuando la conocí ella era extraña y se veía encerrada en ella misma, yo sabía que ocurría algo raro en su casa y decidí ver lo que pasaba, el día que salí de su casa me quedé por la ventana para poder ver algo – suspiró – y vi como le gritaban sin motivo, su padre le golpeó y su familia miraba sin decir nada, y no eran golpes típicos de padre a hija por hacer algo malo, no, eran golpes como si un león atacaba a una gacela –
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MI GUARDIÁN
Teen FictionCreí que el era mi padre hasta que descubrimos la verdad, se transformaron en malas personas conmigo...incluso mi madre; no entendía ese mal trato hacia mi. Mi padre o el que creí que era, contrato a ese chico que presenciaba todo lo que me pasaba...