Narra Asher
No me lo puedo creer, lo que me esperaba ya. La niña cayó al suelo inconsciente en la puerta de mi habitación.
No sabía que hacer y solo la cogí y la llevé a mi cama.
Cogí mi móvil y llamé a Ian.
– hola Asher, ¿Que hay de ti? –
– necesito tu ayuda –
– ¿Andas otra vez en líos? –
– no estúpido, te mando la dirección y vienes –
Colgué.
Lo llamé a él ya que era bueno en estas cosas cuando estábamos heridos.
Llegó y lo subí a mi habitación.
– se desmayó – dije mirándola.
– ¿Está es la chica de la que me hablaste? –
Asentí.
– ¿Y que le pasó? –
– fue Frederic –
El se acercó y comenzó a mirar todos los golpes, le conté como estaba cuando llegó a mi puerta.
Iba tocando por sus costillas dañadas.– creo que el problema está en las costillas, puede que tenga una rota y haya dañado el pulmón –
– y que debo de hacer, Frederic llegará el lunes con su esposa –
– ¿Porque no llamas al doctor de la antigua banda? –
– Ian, no lo quiero meter aquí, no quiero líos –
– pues la llevas al hospital –
Negué, preguntarán que le ha pasado y no tengo ganas de pensar alguna mentira.
[...]
Al final llegó aquel doctor.
– hay que tener cuidado – dijo.
Ella ya estaba despierta y el doctor le pasaba una venda por las costillas pero antes le hizo una especie de masaje doloroso.
– tienes que estar en reposo mucho tiempo hasta que no te duela bastante, no tienes que moverte para nada, te tomas estas pastillas por si te comienza a doler y está pomada la pasas por la zona una vez cada dos días –
Ella asentía asustada.
El doctor se fue y quedamos los tres solos.
– no le digas a Frederic ni a nadie que vino un doctor –
Asintió.
– pero...¿Y si Frederic vuelve a hacerme algo? –
– lo evitaré, no quiero verte otra vez desmayada en la puerta de mi habitación y que tenga que llamar a ese doctor, no es conveniente –
Iba a ir a su habitación pero le costaba levantarse de su cama.
– hay que cogerla – dijo Ian.
Ian se acercó para cogerla pero ella se quejó de dolor.
– no importa, dejémosla aquí –
Nos fuimos y cerré la puerta con llave. Tenía un baño ahí y comida tirada por mi habitación, no quiero que salga de ahí para que sus hermanas la vean.
[...]
Volvíamos de una fiesta y yo iba muy drogado, después de tanto tiempo probé aquella sustancia que me hacía olvidar todo.
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MI GUARDIÁN
Roman pour AdolescentsCreí que el era mi padre hasta que descubrimos la verdad, se transformaron en malas personas conmigo...incluso mi madre; no entendía ese mal trato hacia mi. Mi padre o el que creí que era, contrato a ese chico que presenciaba todo lo que me pasaba...