Capítulo 8

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Narra Asher

No me lo puedo creer, lo que me esperaba ya. La niña cayó al suelo inconsciente en la puerta de mi habitación.

No sabía que hacer y solo la cogí y la llevé a mi cama.

Cogí mi móvil y llamé a Ian.

– hola Asher, ¿Que hay de ti? –

– necesito tu ayuda –

– ¿Andas otra vez en líos? –

– no estúpido, te mando la dirección y vienes –

Colgué.

Lo llamé a él ya que era bueno en estas cosas cuando estábamos heridos.

Llegó y lo subí a mi habitación.

– se desmayó – dije mirándola.

– ¿Está es la chica de la que me hablaste? –

Asentí.

– ¿Y que le pasó? –

– fue Frederic –

El se acercó y comenzó a mirar todos los golpes, le conté como estaba cuando llegó a mi puerta.
Iba tocando por sus costillas dañadas.

– creo que el problema está en las costillas, puede que tenga una rota y haya dañado el pulmón –

– y que debo de hacer, Frederic llegará el lunes con su esposa –

– ¿Porque no llamas al doctor de la antigua banda? –

– Ian, no lo quiero meter aquí, no quiero líos –

– pues la llevas al hospital –

Negué, preguntarán que le ha pasado y no tengo ganas de pensar alguna mentira.

[...]

Al final llegó aquel doctor.

– hay que tener cuidado – dijo.

Ella ya estaba despierta y el doctor le pasaba una venda por las costillas pero antes le hizo una especie de masaje doloroso.

– tienes que estar en reposo mucho tiempo hasta que no te duela bastante, no tienes que moverte para nada, te tomas estas pastillas por si te comienza a doler y está pomada la pasas por la zona una vez cada dos días –

Ella asentía asustada.

El doctor se fue y quedamos los tres solos.

– no le digas a Frederic ni a nadie que vino un doctor –

Asintió.

– pero...¿Y si Frederic vuelve a hacerme algo? –

– lo evitaré, no quiero verte otra vez desmayada en la puerta de mi habitación y que tenga que llamar a ese doctor, no es conveniente –

Iba a ir a su habitación pero le costaba levantarse de su cama.

– hay que cogerla – dijo Ian.

Ian se acercó para cogerla pero ella se quejó de dolor.

– no importa, dejémosla aquí –

Nos fuimos y cerré la puerta con llave. Tenía un baño ahí y comida tirada por mi habitación, no quiero que salga de ahí para que sus hermanas la vean.

[...]

Volvíamos de una fiesta y yo iba muy drogado, después de tanto tiempo probé aquella sustancia que me hacía olvidar todo.

MI GUARDIÁNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora