Ya lo había limpiado todo y en cierto modo no me dio asco, viví cosas peores, aun que espero que no se vuelva a repetir.Fui al salón y ella seguía en el mismo sitio.
— ¿quieres comer? — le pregunté.
Sorprendentemente negó, desde que está aquí no ha comido nada aún.
No me suponía ningún problema así que la dejé sentada ahí.
Encendí la televisión y la escuchaba mientras observaba los correos de Frederick por el portátil.
En uno decía que la policía llamará la semana que viene y en otro decía como iba todo por aquí.
Le respondí escondiendo algunas cosas ya que no quiero que la vuelva a golpear para sanarla y cuidarla yo.
Todo estaba en silencio, lo disfrutaba. La miré e intentaba mover sus manos por delante, las tenía de un color no muy agradable.
Me levanté y me acerqué a ella para aflojar las cuerdas de sus muñecas, se asustó cuando la toqué.
— no te voy hacer nada —
Ella asintió nerviosa.
Su pecho subía y bajaba, no entiendo que le pasaba.
Comenzó a relajarse y volví a lo mío.
Mi móvil comenzó a sonar, era un número desconocido, la policia no podría ser ya que Frederick me dijo que llamaría la semana que viene.
Lo cogí y me quede en silencio.
— ¿Asher? —
Era la voz de mi madre.
— hola, qué raro que me llames — respondí serio.
— es por tu hermana, quiero saber que harás con ella la semana que viene —
— pues lo normal, iremos al parque, a tomar algún helado...no sé, lo típico que se hace con una niña ¿no? —
— no quiero que la lleves a lugares extraño —
— no la llevaré, ya no me dedico a eso —
— te estaré llamando cada media hora — dijo interrumpiéndome.
— siempre tan estricta...— murmuré.
— nos vemos — se despidió y colgó.
Me era extraño que mi madre deje que me lleve a la pequeña Lucy, ella hacía lo que fuese por no vernos.
No tenía nada importante que hacer y me puse una serie.
[...]
La tarde transcurrió y estaba apunto de anochecer, me quedé dormido viendo la serie y el frío me despertó.
— joder... — me queje al estirarme.
Rápidamente recorrí la vista por la habitación asustado y ahí estaba ella apoyando su cabeza en la mesa...estaba dormida.
— no puede ser...— murmuré.
No estoy acostumbrado a tener alguien en casa y menos así, creo que estoy solo y no me preocupo.
Me levanté y cogí en brazos su ligero y frío cuerpo.
Entre a la habitación para dejarla en su lugar pero algo me evitaba dejarla en el suelo otra vez.
Me quedé parado unos segundo mirando su cuerpo en mis brazos y preferí dejarla en la cama.
La tapé con una fina sabana limpia ya que la que le di estaba sucia.
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MI GUARDIÁN
Teen FictionCreí que el era mi padre hasta que descubrimos la verdad, se transformaron en malas personas conmigo...incluso mi madre; no entendía ese mal trato hacia mi. Mi padre o el que creí que era, contrato a ese chico que presenciaba todo lo que me pasaba...